CARACAS, Venezuela (AP) — El presidente venezolano Nicolás Maduro, que había anunciado mano dura contra sectores que estuvieran implicados en actividades de conspiración, endureció su posición con la detención del alcalde opositor de la región metropolitana de Caracas Antonio Ledezma.
El arresto de Ledezma enturbió el panorama político de Venezuela, sumida en una profunda crisis económica por una desbordada inflación que cerró el año pasado en 68,5%, severos problemas de desabastecimiento y una recesión que podría agravarse este año por el descenso de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.
El arresto del alcalde metropolitano, el segundo dirigente opositor apresado en un año, reduce las posibilidades de que se abran canales de consenso entre el gobierno y la oposición y presagia tiempos de mayor tensión en un año en el que se celebrarán elecciones parlamentarias, estimaron analistas el viernes.
El presidente de la encuestadora local Datanalisis Luis Vicente León afirmó que la detención de Ledezma abre la puerta a un "proceso de radicalización mayor" que buscaría generar temor entre los sectores adversos al gobierno y "desviar un poco la atención" para darle al Ejecutivo margen de maniobra en el corto plazo para tomar "medidas de carácter económico que pueden ser muy antipopulares".
León dijo a The Associated Press que esta radicalización tanto política como económica, que comenzó este mes con la expropiación de una cadena de mercados y la detención de ocho empresarios por el almacenamiento de grandes cantidades de productos y la supuesta venta irregular de bienes, puede llevar a un "deterioro mayor" del país.
"El presidente está poniendo una olla de presión y le está tapando las salidas", agregó.
Ledezma, de 59 años, fue detenido el jueves en su oficina por varias decenas de agentes policiales fuertemente armados. Algunos de los agentes iban identificados como miembros de la policía política. El abogado de Ledezma, Omar Estacio, dijo al canal de noticias Globovisión que el alcalde se encuentra en la sede de la policía política y debe ser presentado en las próximas horas en los tribunales.
La Fiscalía General dijo el viernes en un comunicado que el alcalde fue detenido por orden de un tribunal local y que será imputado por estar incurso presuntamente en "hechos conspirativos para organizar y ejecutar actos violentos contra el gobierno".
Maduro acusó a Ledezma de estar implicado en una conspiración y presentó como prueba de ello un comunicado titulado "Acuerdo nacional para la transición", publicado recientemente en un diario local y que fue avalado por el líder opositor detenido Leopoldo López y la ex congresista María Corina Machado.
"El que está detrás de estos atentados golpistas tiene que ir preso y va a pagar en la cárcel, sea quien sea. Ya basta de impunidad", sostuvo el mandatario, que volvió a acusar a Estados Unidos de participar del complot contra su gobierno.
El mandatario anunció la semana pasada que había sido desarticulado un supuesto golpe de Estado. Las autoridades indicaron que 11 militares, un empresario, el diputado opositor Julio Borges y Ledezma estaban implicados en la conspiración. Algunos diputados oficialistas anunciaron que iniciarían trámites para retirarle el fuero parlamentario a Borges para procesarlo por el supuesto complot.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense Jen Psaki rechazó el jueves el nuevo señalamiento e instó a Venezuela a "dejar de intentar distraer la atención de los problemas económicos y políticos del país" y a concentrarse en "soluciones reales".
Por su parte, el secretario ejecutivo de la coalición opositora, Jesús "Chuo" Torrealba, consideró el arresto de Ledezma un intento del gobierno para "ilegalizar de facto" a la oposición.
"El gobierno tiene ya bastante claro que ante este escenario contarse en una contienda electoral le va a traer un resultado muy adverso... entonces optaron, desgraciadamente para Venezuela, por la vía del atajo extra constitucional", dijo Torrealba a AP. Aseguró que por la caída de la popularidad de Maduro, que ronda el 22%, y el deterioro de la situación económica, la oposición figura como favorita para los comicios parlamentarios.
"Por cada dirigente que se lleven preso van a surgir 30 dirigentes listos para asumir el rol necesario", señaló Torrealba al insistir en que a pesar de las "provocaciones" del gobierno la alianza opositora continuará con su objetivo de buscar un "cambio político urgente no solamente de gobierno sino de modelo a través de una estrategia claramente democrática, electoral, constitucional y pacífica".
La crisis que enfrenta el país también ha arrastrado a la oposición, agobiada por profundas discrepancias entre sus miembros, lo que le ha impedido constituir un fuerte liderazgo y capitalizar el descontento de los venezolanos.