CHAPEL HILL, Carolina del Norte, EE.UU (AP) — Se espera que miles de personas acudan a un servicio religioso en memoria de tres estudiantes abatidos a tiros en Carolina del Norte en lo que la policía dice fue una añeja disputa por espacios de estacionamiento.
Familiares y amigos que el jueves asistirán al funeral de una pareja de recién casados y la hermana de la esposa siguen preguntándose si la disputa tuvo algo que ver con la religión musulmana que profesan. El padre de las dos chicas asesinadas sostiene que el odio hacia los musulmanes pude explicar por qué la pelea terminó en muerte, mientras autoridades señalan que investigan si el crimen fue motivado por odio racial.
Craig Stephen Hicks, de 46 años, quien se describía a sí mismo como un ateo "armado", está acusado de tres cargos de asesinato en primer grado. Sus vecinos dijeron el miércoles que siempre parecía molesto y propenso a la confrontación.
Su ex esposa dijo que estaba obsesionado con la violenta película "Falling Down" y no mostraba "compasión en absoluto" por otras personas.
Su actual esposa, Karen Hicks, dijo que su marido "defiende los derechos de otros" y que las muertes "no tuvieron nada que ver con la religión o la fe de las víctimas". Después emitió otro breve comunicado a través de su abogado anunciando que se divorciaría.
Policías acudieron el martes por la noche tras una llamada de un vecino al teléfono de emergencia 911 en que reportó que había escuchado disparos y gente gritando.
La policía encontró muertos en el lugar a Deah Shaddy Barakat, de 23 años, su esposa Yusor Mohamed, de 21, y la hermana de ella, Razan Mohamed Abu-Salha, de 19. En una breve comparecencia el miércoles ante un tribunal, Hicks, que vive en el mismo complejo de apartamentos que las víctimas, declaró no tener recursos y se le asignó un abogado de oficio.
El padre de las mujeres asesinadas, Mohamed Abu-Salha, dijo que la policía le había dicho que las dos habían recibido disparos en la cabeza dentro del apartamento de la joven pareja y que él, por lo menos, estaba convencido de que se trataba de un crimen de odio.
"Los medios aquí bombardean al ciudadano estadounidense con el terrorismo islámico, islámico, islámico, y hace que la gente aquí nos tenga miedo y nos odie y nos quiera fuera. Así que si alguien tiene un conflicto contigo, y ya te odia, recibes una bala en la cabeza", dijo Abu-Salha, que es psiquiatra.
Los asesinatos alimentaron la indignación de personas que culpan a la retórica anti musulmana de los crímenes de odio. Una organización defensora de los musulmanes presionó a las autoridades para investigar un posible prejuicio religioso en el crimen. Muchas personas emplearon el hashtag MuslimLivesMatter (Las vidas de los musulmanes importan) en medios sociales.
"Entendemos las preocupaciones por la posibilidad de que este delito haya tenido su origen en odio racial y examinaremos cada pista para saber si fue el caso", dijo el jefe de la Policía de Chapel Hill, Chris Blue.
La policía de Chapel Hill pidió la asistencia del FBI en la investigación, y Ripley Rand, fiscal del Distrito Intermedio de Carolina del Norte, señaló que su oficina estaba supervisando el proceso. Sin embargo, Rand indicó que el delito "en este momento parece un incidente aislado".
Barakat y Mohamed eran recién casados que ayudaban a los sin techo y recaudaban dinero para ayudar a los refugiados sirios en Turquía. Se conocieron cuando ayudaban a dirigir la Asociación de Estudiantes Musulmanes en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, antes de que él comenzara sus estudios avanzados de Estomatología en Chapel Hill. Mohamed, que se graduó en diciembre, tenía previsto unirse a su esposo en la facultad de odontología en otoño.
Hicks, un defensor de los derechos a la posesión de armas con permiso de armas ocultas, se quejaba a menudo tanto de los cristianos como de los musulmanes en su página de Facebook.