IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

¿Nuevo caso de corrupción en la política mexicana?

Ex gobernador de Oaxaca se defiende de acusaciones de enriquecimiento ilícito

¿Será cierto que un político mexicano de relativo segundo nivel es propietario de departamentos en uno de los rascacielos más caros y lujosos de Nueva York?

El individuo en cuestión es José Murat Casab, ex gobernador del estado de Oaxaca, diputado, senador y quien hoy no desempeña ningún cargo público.

La respuesta se sabrá este miércoles cuando el diario "The New York Times" publique la cuarta parte de una serie de investigación que le llevó un año hacerla sobre como muchos personajes ricos y en muchos casos oscuros de alrededor del mundo -oligarcas rusos, políticos colombianos que estuvieron presos, jeques árabes, etc.- han comprado departamentos en el llamado edificio Time Warner utilizando compañías secretas o fantasmas para mantener el anonimato.

El influyente diario estadounidense anuncia que en esta cuarta entrega de la serie -titulada ‘Torres de Secretos’- se revelarán los detalles sobre el político mexicano y sus millonarias propiedades en el edificio de lujo en el que también han comprado departamentos tipos famosos como el jugador de fútbol americano Tom Brady. Hasta ahora sólo se ha publicado una imagen del ex gobernador mexicano, acompañada de unas pocas frases donde se señala que el individuo tiene media docena de propiedades en Estados Unidos.

(La torre Time Warner de Nueva York)

El político mexicano mismo no esperó a que llegara el miércoles y se publicara el artículo del New York Times. Desde el fin de semana, cuando la prensa comenzó a hablar del asunto, rápidamente se metió a la discusión pública negando que sean ciertos los señalamientos del diario (lo hizo él mismo, aclaró, ya que como está fuera del gobierno no tiene vocero de prensa).

“Me es incomprensible que me involucren en una situación del todo falsa”, explicó José Murat, el político oaxaqueño en el centro de este último escándalo en la vida política mexicana. “Unicamente compramos dos departamentos/condos en el estado de Utah hace más de diez años con un costo aproximado de 300 mil dólares”.

Hablamos sólo de “escándalo” y no de “escándalo de corrupción” ya que todavía no conocemos los detalles de la nota del New York Times. Es posible que Murat haya comprado un departamento en la citada torre Time Warner con todas las de ley. Que lo haya hecho utilizando los ahorros que logró acumular en sus décadas en el servicio público.

(Este video muestra el lujo en uno de los apartamentos de la torre Time Warner)

O quizá incluso que haya sido dinero de su actual compañera de vida -es viudo y por los últimos años ha vivido con una mujer que es hermana de uno de los grandes nuevos ricos de México, un empresario del transporte del Estado de México que ha extendido su imperio financiero al otro lado del Atlántico y es nada menos que el principal accionista de la compañía española que es dueña del diario El País-.

En México, sin embargo, no parece dársele el beneficio de la duda a Murat o pensar con la ingenuidad conque se escriben estas líneas. El adelanto de la nota del New York Times es tomado ya como otro escándalo de corrupción de los varios que se han dado en los últimos meses y que involucran a altas figuras de la vida pública -comenzando con el propio presidente-.

Más allá de los desmentidos y golpes de pecho que se da Murat negando que tenga propiedades en New York, por la tónica de los comentarios entre los analistas y en las redes sociales queda claro que pocos le creen al político. Algunos incluso, entre ellos un par de senadores de oposición, han pedido que se le investigue por supuesta corrupción.

“De entrada sabemos que no pudo haberlas pagado con su sueldo de gobernador”, escribe para el caso el columnista del diario El Financiero, Macario Schettino en referencia a las propiedades de Murat de que habla el New York Times.

Según Schetiino, un gobernador ganaría en sus seis años de periodo en el poder alrededor de un millón de dólares. Si a esta cifra se le descuenta lo que debería de haber utilizado para gastos diarios de vida queda que al final pudiera haber ahorrado no más de unos 300 mil dólares.

“Con eso no se compra uno nada en Manhattan” , ánade el comentarista (los departamentos en la torre Time Warner pueden costar desde unos 2 millones de dólares hasta 8, 10 o más).

Otro columnista, en este caso Carlos Puig del diario Milenio, se refiere al escándalo en un escrito bajo el título “Murat: a explicar lo inexplicable”. Según Puig, más allá de la negativa del político, “nada quitará” que Murat, “el ex gobernador del estado más pobre de México es potentado inmobiliario en la Gran Manzana”.

Lo de la supuesta corrupción -perdón por lo de ‘supuesta’ pero sólo la decisión de un tribunal puede hacerla verdadera- es algo que como bien recuerda Puig ha estado siempre presente en la vida política mexicana. Desde después de la Revolución Mexicana -‘por fin me hizo justicia la Revolución’, reza el dicho popular- pasando por los diferentes gobiernos priístas y panistas que han gobernado México siempre ha habido corrupción y sin mayores consecuencias.

Lo diferente ahora es que sea por los tiempos que vivimos de redes sociales, internet y demás, por las investigaciones periodísticas o por cualquier otra razón, el término corrupción ocupa hoy un lugar prominente en el debate público.

Es la palabra, ánade Puig, “que hoy se ha vuelto el centro de la narrativa mexicana en el exterior y en la mente de millones de mexicanos”.

Lo de Murat entonces le viene a echar leña al fuego al debate sobre la supuesta corrupción de muchos de los hombres públicos de México. Con todo, hay que esperar a que salga el artículo del miércoles en el New York Times para tener todos los elementos para dar un juicio informado. No hay que olvidar que Murat sigue negando las acusaciones.

Aunque por cierto, el diario mexicano El Universal destapó otro detalle sobre lo bien que le ha ido al ex gobernador en su vida: es propietario de un avión valuado en un millón dólares que está a la venta en USA (según Murat no es de él, sino de uno de sus amigos).