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Corte Suprema decidirá sobre legalidad de matrimonios 'gay'

La Corte Suprema de Justicia ha decidido entrarle a uno de los temas más controversiales en la sociedad estadounidense
Vin Testa
El activista de los derechos homosexuales, Vin Testa, ondea una bandera arcoíris frente al a Corte Suprema en Washington, el 26 de junio de 2013. La Corte Suprema podría definir en junio de 2015 si las parejas de personas del mismo sexo tienen derecho a casarse en cualquier parte de Estados Unidos de acuerdo con la Constitución. (Foto: AP/J. Scott Applewhite)AP / AP

La Corte Suprema de Justicia ha decidido entrarle a uno de los temas más controversiales en la sociedad estadounidense: de si la Constitución permite que parejas del mismo sexo se casen entre sí, o de si los estados pueden limitar el casamiento a lo que es la tradicional definición del matrimonio entre un hombre y una mujer.

Aun cuando pareciera que cada día hay más estados que permiten el casamiento entre personas del mismo sexo 36 estados y el Distrito de Columbia, donde vive más del 70% de la población del país, lo cierto es que el máximo tribunal supremo nunca se ha manifestado sobre el problema de fondo vis a vis la Constitución. A lo más que ha llegado, es a permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo en lugares como California, luego de un caso que conoció y sentenció hace unos años.

La corte también decidió en otro caso en el 2013 que una parte de la llamada Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA por sus siglas en inglés) era inconstitucional, debido a que no permitía que se reconocieran beneficios a la persona sobreviviente en un matrimonio del mismo sexo efectuado en alguno de los estados donde era legal.

En ambos casos casi podría hablarse de que la corte aceptaba la idea del matrimonio entre personas del mismo sexo -al menos por los efectos prácticos que se daban de su decisión-, sin embargo, nunca quedó estampada en una sentencia judicial. Es más, varios de los miembros más conservadores de la Corte dejaron claro que no obstante las decisiones en lo de California y lo de Ley de Defensa del Matrimonio, el tema central sobre si la Constitución lo permitía se dejaba para otro momento.

Ese momento llegó hoy.

La corte aceptó hoy varios casos que se dan dado en Michigan, Ohio, Kentucky y Tennessee, donde las cortes de apelaciones han reafirmado las restricciones impuestas al matrimonio entre personas del mismo sexo. El próximo abril se escucharán los argumentos verbales y la corte decidirá en algún momento en junio.

La Corte Suprema tiene nueve magistrados y de estos, cuatro son conservadores y cuatro liberales. Todo indica que los cuatro conservadores votarán en contra de que se acepte la idea de que la Constitución permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los cuatro liberales de seguro que votarán a favor.

Quien tendrá el voto decisivo que inclinará la balanza para uno u otro lado es el magistrado Anthony M. Kennedy, quien con frecuencia vota con los conservadores. En este tema en particular del matrimonio entre personas del mismo sexo tiene un historial de votar junto a los liberales. O para ser más precisos, de él mismo escribir las sentencias en favor de los derechos de los homosexuales y de los liberales simplemente sumándose a su posición.

Este fue el caso por ejemplo de lo sucedido con la citada Ley de Defensa del Matrimonio, en el cual Kennedy señaló que negarles los beneficios al sobreviviente de un matrimonio de personas del mismo sexo ponía a la pareja “en una inestable posición de estar en un matrimonio de segundo nivel”.

Según Kennedy además, la Ley DOMA “demeritaba a la pareja, cuyas preferencias morales y sexuales estaban protegidas por la Constitución” y que el Estado “buscaba dignificar”.

En un sentido, estas palabras de Kennedy harían pensar que el magistrado seguro votará a favor de sentenciar que la Constitución no impide el matrimonio entre personas del mismo sexo. Con todo, en la misma sentencia de 2013, Kennedy también dejó claro que su decisión estaba basada mayormente en la idea del principio de autonomía de los estados. Esto significaría que una posible salida para la corte es decir que sí acepta el matrimonio entre homosexuales pero limitado a lo que cada estado decida como fue en el caso de California.

Lo que ha sucedido en el tiempo después de la decisión de la corte de 2013 es que muchos jueces han interpretado el tema en el sentido de que es inconstitucional poner restricciones a los matrimonios entre personas del mismo sexo. Es por eso, que aun en estados conservadores como Utah y otros, distintos tribunales han sentenciado que en efecto las restricciones son inconstitucionales.

Poco a poco parecía que era imparable esta tendencia de que más estados y tribunales se subieran al tren de aceptar el matrimonio entre homosexuales basados en la decisión de la corte de 2013. Todo cambió cuando en noviembre un tribunal federal de Apelaciones en Cincinnati sentenció que aceptaba como válidas las prohibiciones para tales matrimonios en Kentucky, Michigan, Ohio y Tennessee.

El argumento central del magistrado que sentenció en tal caso fue que los que estaban a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo debían convencer a sus conciudadanos de cambiar las leyes y no pretender hacerlo por medio de los tribunales.

Uno de los magistrados que no estuvo de acuerdo con esa decisión fue la jueza Martha Craig, quien recordó que los jueces federales tienen la obligación de proteger los derechos de las minorías.

Más allá de quién tenga la razón, de si deberían ser los tribunales o las legislaturas estatales quienes decidan sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, el punto es que ahora ha llegado la hora cero. Será la Corte Suprema la que tomará el toro por los cuernos. Y el juez Kennedy, en su papel central de conservador pero liberal en temas sociales, será literalmente quien escribirá la historia en uno de los temas más polémicos en la nación (aunque la verdad, según las encuestas, la mayoría de la población -52%- está de acuerdo en los citados matrimonios).