MEXICO (AP) — Los Cojolites se denominan herederos de la cultura olmeca y de los nahuas, pero también de una tierra donde la industrialización hizo que las manifestaciones culturales de sus pueblos estuvieran en peligro.
"Nuestro son jarocho tiene más de tres siglos de existencia y nació abajo, nació perseguido como una música clandestina, una música de los humildes, de los negros, de los indígenas", dijo a The Associated Press el coordinador musical de la banda, Ricardo Perry. "La música ha reflejado nuestra realidad".
El son, con sus guitarras, jaranas, guitarrones y bailes, tiene la influencia de la música de los españoles, los esclavos negros y los indígenas con la que ha ido avanzado a lo largo del tiempo.
"Formas de la música antigua de la música barroca, de la música renacentista todavía se conservan a nivel instrumental y a nivel de afinaciones, a nivel de formas dancísticas", dijo el guitarrista Joel Cruz sobre el género musical del estado mexicano de Veracruz. "Es depositario de músicas que se dejaron de tocar hace más de 200 años pero que todavía se conservan ahí y no solamente se conservan, han ido evolucionando se han ido desarrollando... El son es una música viva, es una música que se está transformando día a día".
Como dignos representantes del son jarocho están abiertos a llevar esta tradición a nuevas fronteras. Su nuevo disco "Zapateando", producido por el estadounidense Greg Landau (quien ha trabajado con Susana Baca, Afro Cuban All Stars y Amadito Valdés), está disponible a nivel internacional en iTunes, Spotify y Amazon. En formato físico se consigue en sus presentaciones en México y también llegará a Japón, donde se han agotado las copias físicas sus discos anteriores.
"Esperemos que pronto vayamos por allá", dijo Perry sobre el país asiático.
El grupo se ha presentado en Brasil y a finales de enero planean ir a India. A Estados Unidos, donde han tocado en múltiples ocasiones, llegarán con una extensa gira en el verano que los llevará por Los Ángeles, Chicago, Seatle y San Francisco, donde grabaron su más reciente disco.
En 2013 estuvieron nominados al Grammy al mejor álbum de música regional mexicana. Lila Downs se llevó el premio, aunque confesó que en realidad deseaba que triunfaran sus amigos Los Cojolites, con quienes ha colaborado en dos discos. Los músicos veracruzanos habían marcado un hito con su nominación por "Sembrando flores", un álbum que no era de música de banda, mariachi o corridos, como generalmente se considera en esa categoría.
"No hay representatividad de los otros géneros de la música tradicional mexicana", dijo Cruz. "Por un lado resultó un poco irrisorio que nos nominaran porque esa misma industria es la que te quiere negar, que te quiere bloquear, que te quiere ningunear, de alguna manera fue meternos a la boca del sistema... y fue un logro bastante importante en ese sentido. Sin embargo para este año pues ya no hay de nuevo representatividad de la música tradicional mexicana".
Para la categoría están actualmente nominados Pepe Aguilar, Vicente Fernández, Mariachi Divas de Cindy Shea, Ixya Herrera y Mariachi Los Arrieros Del Valle.
"México es mucho más que Vicente Fernández y los grupos de banda; hay una riqueza musical y cultural impresionante", dijo Cruz.
Desde hace dos décadas Los Cojolites comenzaron a buscar la manera de preservar la cultura de los pueblos del sur de Veracruz, donde la modernización había llevado a que los jóvenes dejaran de tocar son. Tres años después comenzaron el Centro de Documentación del Son Jarocho, donde conjuntan conocimientos sobre música, técnicas artesanales, cocina, costumbres y más reflejos de la cultura local que van compartiendo en YouTube con la idea de ponerlo a disposición de todo público.
"Ahora hay mucha gente que se dedica a las manifestaciones artísticas del pueblo y nos da gusto", dijo Perry.
Recientemente se presentaron en Guerrero, donde conocieron a los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
"Nosotros en ellos pudimos ver a personas sinceras, personas con una humanidad muy grande que esperamos que nosotros en ningún momento de nuestras vidas tengamos que sufrir lo que ellos están sufriendo", dijo Cruz. "Nuestro respeto total".