La Habana, 29 de diciembre.- Tras una ceremonia que concluyó en las primeras horas de este lunes, religiosos cubanos auguran que el venidero año traerá mejoras económicas, al mismo tiempo que problemas de salud, en particular la mental.
Aseguran que la Virgen de la Caridad, Ochún, regirá en 2015 secundada por Yemayá, ambas dando paz, armonía y respeto a los cubanos, que deben velar por la salud “de la cabeza”, el tórax, los huesos y la maternidad “para evitar abortos”.
Tradicionalmente en la casa templo de Araelia Iznaga (Ode-bí en la Santería o Regla de Ocha afrocubana) espiritistas y santeros llevan a cabo por estos días un ritual sincrético que saca a la luz pública una singular “letra”, o predicciones, para el próximo año.
Los espíritus y deidades indican que “la familia se una” y que “después de tantas rogaciones y ceremonias pidiéndoles porque cesen las lágrimas sobre el mar”, finalmente ellos propician que “entre Cuba y Estados Unidos hay una cosecha por recoger, mejores relaciones que vendrán”.
“El bien está en nuestras manos, llevarnos bien el uno con el otro” afirma la espiritista y santera, que añade que hasta “Changó que es el oricha guerrero, no quiere más guerra” sobre la tierra.
Afincada en una herencia religiosa que se remonta al siglo antepasado, Iznaga encabeza una convocatoria “directamente a los muertos”, o espíritus ancestrales, a base de rezos y música de cajones para que “ellos” revelen el futuro e indiquen la mejor manera de auspiciarlo o conjurarlo.
Asi, los creyentes en el ya inminente 2015 deberán “hacer ofrendas de frutas en las dos aguas”, dice Iznaga, para “que todo avence” y además “atender a los ancestros”, que insiste “ nos ayudarán con la salud” que tendrá problemas.
Por su carácter abierto y popular, sin una estructura al estilo del catolicismo o el protestantismo, la regla de Ocha o santería no registra cifras oficiales de su membrecía, pero sin lugar a dudas constituye la religión más extendida en la isla.
Por ello, las varias letras del ano o predicciones de diferentes casas-templos devienen en guía de vida para una significativa parte de la población, porque como asegura aquí una recordada canción “hay gente que dice que no cree en nada y van a consultarse por la madrugada”.
O como define rotundamente una frase popular cubana: “aquí el que no tiene de congo, tiene de carabalí”.