El Presidente Obama ha incrementado su popularidad entre el público latino, alcanzando en este momento un 57% de aceptación, diez puntos más de lo que era hace tres meses, según una encuesta de la cadena NBC, el diario Wall Street Journal y Telemundo.
En el tema de inmigración, en el cual se ha dado en las últimas semanas la acción ejecutiva de Obama que favorecerá a millones de indocumentados, el mandatario obtiene similares porcentajes de aceptación: un 56% de los encuestados señalan aprobar lo hecho por el presidente.
En el tema de la economía, Obama consigue igualmente porcentajes positivos de aprobación, con un 54% del público expresando su visto bueno a las acciones del mandatario. Es sólo en los asuntos de política exterior que el presidente está abajo del promedio: un 49% aprueban lo hecho.
En cierto sentido no sorprenden estas cifras de aceptación o popularidad de Obama con el público latino luego de la acción ejecutiva. La encuesta vendría a confirmar que para los latinos, aun cuando por supuesto les interesan muchos otros temas como al resto de la población -la economía, la salud, la educación, etc.- lo de inmigración juega un papel central a la hora de juzgar a sus líderes políticos.
Esta aura de popularidad de Obama pareciera haberse extendido al partido Demócrata -o en todo caso confirmar la aceptación que ya tenía el partido con muchos latinos. Un 45% de los encuestados señalan ver en general con buenos ojos a los demócratas, mientras que a los republicanos sólo un 24% los ven en buenos términos.
En otro aspecto de la misma pregunta, específicamente sobre cómo juzgan los encuestados las acciones de ambos partidos en relación a los problemas de los latinos, un 62% señala que son los demócratas quienes de mejor manera abordan estos asuntos. Al mismo tiempo, un 52% respondió que los republicanos no los atienden muy bien.
Llama la atención en esto de las preferencias partidarias que el llamado Tea Party, el movimiento que en los últimos años literalmente ha causado un terremoto al interior del partido Republicano haciéndolo que se mueva hacia posiciones más conservadoras, apenas obtiene un 13% de aceptación entre los latinos.
Ante la pregunta sobre qué sería mejor para el país, si tener como próximo presidente a un demócrata o a un republicano, el 49% de los encuestados dice preferir a un demócrata. Sólo el 27% se inclina por un republicano.
Entre las figuras políticas que pudieran aspirar a la presidencia, es la demócrata Hillary Clinton la que encabeza las preferencias de los latinos encuestados. Un 61% señala su aprobación de la ex senadora, ex secretaria de estado y ex primera dama. La figura republicana que más se le acerca es el ex candidato presidencial Mitt Romney con el 31% de las preferencias.
Jeb Bush, el ex gobernador de la Florida y hermano del ex presidente Bush, obtiene el 28% de las preferencias, aunque la encuesta fue hecha antes de que Bush hiciera el anuncio el martes de que está explorando la posibilidad de ser candidato presidencial.
Marco Rubio, el senador cubano-americano por la Florida y también mencionado como un potencial candidato presidencial republicano, sólo consigue el 21% de las preferencias de los latinos encuestados.
En otros temas que han sacudido a la opinión pública en los últimos meses, tales como la muerte del joven afro americano Michael Brown en Ferguson, Missouri y la del también afro americano Eric Gardner en Staten Island, New York, y donde en ambos casos los policías blancos responsables de las muertes no fueron llevados a juicio, los latinos señalan que como consecuencia de tales decisiones ha disminuido su confianza en el sistema legal del país. Un 47% en lo de Ferguson y un 56% en lo de New York.
Quizá sea pura casualidad o quizá tenga que ver con el tema de inmigración y la acción ejecutiva del presidente, pero sucede que así como Obama aumentó diez puntos porcentuales en popularidad en relación a lo que tenía en septiembre, estos mismos latinos señalan hoy -por el mismo 10% de diferencia- que el país va por buen camino (37% hoy y 27% en septiembre).