CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El procurador general de República Dominicana pidió el martes a la Santa Sede que impusiera un castigo ejemplar contra el arzobispo polaco Jozef Wesolowski, quien fuera nuncio del país caribeño, quien se encuentra bajo arresto domiciliario en el Vaticano acusado de pedofilia.
Francisco Domínguez Brito se entrevistó con los representantes de la justicia del Vaticano a quienes dijo "confiar en que este caso creará un precedente justo, acorde a lo que espera toda la sociedad dominicana y sobre todo, la comunidad internacional".
El portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, calificó el encuentro de "útil para las dos partes, dada la complejidad de la investigación y la eventualidad de una rogatoria internacional del Vaticano para adquirir ulteriores elementos".
Señaló por otra parte, que "habiéndose concluido los términos del arresto preventivo y en consideración de sus condiciones de salud, monseñor Wesolowski ha sido autorizado a una cierta libertad de movimiento".
Preciso que se mantiene la obligación de permanecer dentro del Vaticano y con limitaciones en sus comunicaciones con el exterior.
Informó además que, "continuando las investigaciones, se realizó un primer interrogatorio del imputado, al cual proseguirán otros".
Domínguez Brito reconoció que la jurisdicción es competencia del Vaticano pero insistió "en el particular interés de su país en que se haga justicia".
La Congregación para la Doctrina de la Fe concluyó en junio que Wesolowski, de 66 años, es culpable de abusar sexualmente de niños y lo condenó a laicización, lo que significa que no puede ejercer el sacerdocio ni presentarse como sacerdote.
Wesolowski fue embajador de la Santa Sede en República Dominicana desde 2008 hasta su destitución el año pasado.
"Todo caso de abuso contra un menor de edad debe generar una sanción; la impunidad es un estímulo, son tipos graves de delitos que laceran las fibras más íntimas y vulnerables de los niños y niñas", afirmó Domínguez Brito.
Por esta razón, puntualizó, "no debe existir la más mínima brecha de impunidad y estamos confiados de que en este caso será así".
El procurador general se reunió con el promotor de justicia del Vaticano, Jean Pierre Milano, así como con monseñor Angelo Beccius, del Secretariado de Estado del Vaticano.