PHOENIX, Arizona, EEUU (AP) — Una corte de apelaciones rechazó el lunes una solicitud de la gobernadora Jan Brewer para que dicho tribunal reconsiderara el fallo que bloqueó la política de Arizona de negar licencias de conducir a inmigrantes no deportados por orden del presidente Barack Obama.
La negativa de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito para reconsiderar el fallo significa que 20.000 jóvenes inmigrantes que viven en Arizona y que se beneficiaron de la política federal están un paso más cerca de obtener un permiso de manejo.
Karen Tumlin, abogada de los inmigrantes, dijo que será cuestión de días antes de que sus clientes puedan obtener ese privilegio.
"Estaremos actuando muy rápidamente para asegurarnos cuándo ocurrirá eso", declaró Tumlin, quien agregó que la única opción que le queda a Brewer para anular el fallo es pedirle a la Corte Suprema que revise su apelación.
Andrew Wilder, portavoz de la gobernadora, dijo que la oficina de Brewer está revisando sus opciones, incluida la de elevar el caso hasta el máximo tribunal del país.
Hace cuatro meses, un panel de tres jueces del Noveno Circuito concluyó que no había interés estatal legítimo en tratar diferente a jóvenes inmigrantes que entraban en el programa de deportación diferida ordenado por Obama en comparación con otros que no fueran ciudadanos y que pudieran solicitar una licencia de manejo. En su lugar, el panel sugirió que la política intentaba expresar hostilidad hacia los jóvenes inmigrantes en parte por la política del gobierno federal que los beneficiaba.
La gobernadora había pedido al panel de 15 jueces en la corte de apelaciones que reconsiderara el fallo.
La política estatal con las licencias de manejo fue una reacción a la decisión que Obama anunció en junio de 2012 para evitar que miles de inmigrantes que viven sin permiso legal en Estados Unidos fueran deportados.
La medida apoyaba a aquellos inmigrantes menores de 30 años que llegaron al país antes de los 16, hubiesen estado al menos cinco años consecutivos en Estados Unidos, estuvieran enlistados en el ejército, se hubiesen graduado de una secundaria o estuvieran estudiando allí. Además de las licencias de manejo, los solicitantes también podían pedir un permiso de trabajo que podía renovarse cada dos años.
Brewer emitió una orden ejecutiva en agosto de 2012 en la que ordenaba a las agencias en Arizona negar licencias de manejo y otras prestaciones sociales a jóvenes inmigrantes que tuvieran un permiso de trabajo bajo el programa de deportación diferida.
Defensores de los inmigrantes que presionaron la demanda en una corte argumentaron que el estado permitía que algunos inmigrantes con permiso de trabajo obtengan licencias, pero al mismo se las negaba a los jóvenes beneficiados por el programa de Obama.
El estado estableció cambios en la política en 2013 e informó que dejaría de emitir licencias a todos aquellos cuya deportación se hubiese aplazado, no sólo a los jóvenes beneficiados por la medida del mandatario.