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Una barba por la paz en Sudán

Una barba por la paz en Sudán

Yuba, 15 nov (EFE).- Ante la falta de una solución a la vista para el conflicto en Sudán del Sur, que estalló hace ya casi un año, algunos ciudadanos han optado por sumarse a una original iniciativa a favor de la paz y la reconciliación: dejarse crecer la barba.

El periodista Abraham Melik Mebing nunca en su vida había lucido barba, hasta que en agosto pasado decidió usar este elemento como símbolo de protesta, logrando a lo largo de estos tres meses que más de medio centenar de compatriotas siguieran su ejemplo.

"Soy partidario de la causa de la paz y con esta iniciativa intentó llamar la atención de la gente, especialmente después de que los debates en las redes sociales derivaran en insultos entre las tribus", aseguró Mebing en una entrevista con Efe en Yuba.

Bajo el nombre "Campaña para dejarse barba por la paz y la reconciliación en Sudán del Sur", Mebing utiliza Facebook para tratar de concienciar sobre la importancia de poner fin a un conflicto político y étnico que ha causado ya miles de muertos.

La crisis estalló el pasado diciembre, cuando el exvicepresidente Riek Machar, depuesto un año antes y de la tribu nuer, intentó dar un golpe de Estado contra el mandatario Salva Kiir, de los dinka.

Mebing, que no se afeita desde agosto pasado, considera que su campaña "ha encontrado respuesta", con más de cincuenta compatriotas -dentro y fuera del país- que han decidido no afeitarse.

"Ha tenido acogida especialmente entre sursudaneses que viven en Sudán y en EEUU, de los cuales algunos han difundido fotografías de sus barbas, y otros, que son lampiños, se han unido a la campaña dejándose crecer el pelo", explicó.

En opinión del periodista, "no hay ninguna justificación para interesarse por el aspecto físico y la belleza en medio de las circunstancias que vive Sudán del Sur, donde niños y mujeres sufren las calamidades de la guerra, el hambre y la enfermedad".

Mebing, de 28 años, ha trabajado en varios periódicos y medios como la agencia de noticias sursudanesa y la radio Miraya, dependiente de la ONU.

Pese a su experiencia en prensa escrita, considera que su campaña no tendría éxito en este soporte debido a la alta tasa de analfabetismo en Sudán del Sur, que se acerca al 80 por ciento.

Por ello opta por la radio y las redes sociales y por participar en conferencias y debates en lugares públicos, en los que siempre advierte de que las guerras causan en la población "secuelas sociales y síquicas".

Sin embargo, no todos han recibido con agrado la iniciativa y el periodista ha sufrido burlas.

Algunas personas le han propuesto que se declare en huelga de hambre, por considerar este medio más efectivo, y otros le han acusado de intentar imitar la barba del presidente Kiir, algo que desmiente de forma rotunda.

En su casa también halló un frente. Su cambio de aspecto se topó con el rechazo de su esposa, que le exigió que se afeitara, aunque él se negó.

"Cuando mi mujer llegó a Yuba, después de pasar unos meses en el estado de Warab, me dijo que de aquí a diciembre próximo tenía que cortarme la barba", recordó azorado.

Las adversidades, sin embargo, no le han hecho desfallecer. Mebing aseguró que no cesará en su iniciativa ni se afeitará la barba hasta que se firme la paz y los acuerdos de alto el fuego suscritos por las partes -y posteriormente violados- den realmente sus frutos.

Ya tiene planeada incluso otra campaña tras el fin del conflicto, que buscará -detalló- "cerrar las diferencias que existen entre las tribus, cuyos lazos fueron dañados por la guerra". EFE