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México: Detenido alcalde vinculado a la desaparición de 43 estudiantes

Policías federales mexicanos detuvieron la madrugada del martes al alcalde de Iguala y a su esposa
Ex alcalde de Iguala, Guerrero, México, José Luis Abarca y su esposa Marí­a de los Ángeles Pineda
El ex alcalde de Iguala, México, José Luis Abarca y su esposa, fueron detenidos en el sector de Iztapalapa de la capital mexicana, según informaron la PGR y la Policía Federal. José Méndez / EFE

MEXICO (AP) — Policías federales detuvieron la madrugada del martes al alcalde de la ciudad mexicana de Iguala y a su esposa, considerados los autores intelectuales de un ataque que derivó en la muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de magisterio que ha sacudido al país.

 

El alcalde José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda fueron arrestados en Iztapalapa, una zona popular del oriente de la ciudad de México, informó la Policía Federal en su cuenta de Twitter.

 

Dos funcionarios mexicanos, que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato por no estar autorizados a hablar con la prensa, dijeron más temprano que agentes de la Policía Federal realizaron una operación en la que no se hizo un solo disparo.

 

Uno de ellos dijo que Abarca y su mujer se encontraban en una vivienda de Iztapalapa, donde se ocultaban de las autoridades. No se ha informado desde cuándo se encontraban ahí.

 

Ambos fueron trasladados a la Procuraduría General de la República, en la capital mexicana, donde rinden declaraciones sobre la desaparición el 26 de septiembre de los estudiantes de magisterio de la Normal Superior de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.

 

La detención de la pareja, que huyó unos días después de la desaparición, podría arrojar luz sobre el paradero de los jóvenes.

 

"Una noticia así te provoca aún más rabia. Sólo espero que este malviviente esté confesando ya. Me gustaría poder confesarlo yo mismo", dijo a AP Mario César González, padre de César Manuel, uno de los estudiantes desaparecidos.

 

 

Sin embargo, manifestó sus dudas sobre el arresto del alcalde y su esposa. "No creo que la detención ayude a encontrar a los muchachos porque él sólo dio la orden de entregar a los chicos... ojalá pusieran a los servicios de inteligencia a trabajar con las mismas ganas para localizar a los estudiantes, es impresionante tanta ineptitud".

 

Felipe de la Cruz, otro padre, dijo en Milenio Televisión que confiaba que la captura ayude a encontrar a los adolescentes. "Viene a darnos la seguridad de que vamos a tener pronto con nosotros a los jóvenes. Era la pieza que faltaba", señaló.

 

El procurador general Jesús Murillo Karam dijo recientemente que la intención del ataque fue evitar que los estudiantes se manifestaran contra la presentación de un informe de actividades de la esposa del alcalde, vinculada por las autoridades con Guerreros Unidos, un grupo del narcotráfico escindido del cártel de los Beltrán Leyva.

 

Todavía no se conoce el paradero de los jóvenes pese a que en la investigación en curso han aparecido fosas con 38 cadáveres, aunque las autoridades han dicho que no pertenecen a ninguno de ellos.

 

Murillo dijo entonces que Guerreros Unidos entregaba con periodicidad variable entre 150.000 y 222.000 dólares a las autoridades municipales. De ese dinero se pagaba la nómina de los policías.

 

Las autoridades señalaron a la esposa del alcalde como la principal operadora de Guerreros Unidos en Iguala, que incluso decidía los ingresos de nuevos policías municipales.

 

Por el momento 56 personas entre policías, funcionarios municipales y miembros de Guerreros Unidos están detenidas.

 

Respecto de los hechos del 26 de septiembre, la alcaldía temía que se produjesen incidentes el día que desaparecieron los estudiantes debido a que ya había antecedentes: en junio de 2013 la alcaldía de Iguala fue agredida durante un enfrentamiento entre personas afines al alcalde y un grupo de manifestantes entre los que se encontraban estudiantes de la misma escuela de los hoy desaparecidos.

 

El día de los incidentes los estudiantes abordaron dos camiones en Ayotzinapa, llegaron a Iguala y tomaron dos unidades adicionales. En ese momento, los "halcones" -vigías del crimen organizado-, coludidos con la policía municipal y la alcaldía, reportaron los hechos al centro de mando de la policía municipal.

 

El alcalde y su esposa asumieron entonces que el grupo que se avecinaba se dirigía a sabotear la celebración del informe de actividades de la esposa del alcalde, responsable del órgano de defensa de la familia en la ciudad, y ordenaron a la policía que reaccionase para evitarlo. Tras un tiroteo que dejó seis muertos y una persecución, 43 estudiantes detenidos ingresaron a la cárcel municipal de Iguala.

 

De la cárcel municipal de Iguala, siempre según el relato del procurador, a los estudiantes se los llevó la policía municipal de Cocula, una localidad vecina a Iguala, también bajo las órdenes de Guerreros Unidos.

 

Los agentes tomaron un camino hacia una zona conocida como Pueblo Viejo donde entregaron a los estudiantes a miembros de Guerreros Unidos y a partir de ese momento se les perdió la pista.

 

Se han identificado a por lo menos tres de los integrantes de Guerreros Unidos que recibieron a los detenidos y el camino por el que fueron internados a un paraje.

 

El procurador Murillo ha dicho que el subjefe de la policía municipal de Cocula contactó al líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, detenido a mediados de octubre, y que en su declaración ante las autoridades afirmó no haber hecho nada por evitar la desaparición de los estudiantes porque creyó que se trataba de un grupo de narcotraficantes rivales.