Isabel Bowes-Lyon, la madre de la reina Elizabeth, dejó a sus bisnietos una valiosa fortuna como herencia, pero decidió que no sería repartida en partes iguales por una noble y simple razón.
De acuerdo con la BBC, cuando la reina madre murió en 2002 dejó estipulado que el príncipe Harry y el príncipe William recibirían alrededor de $US178,000,000, pero el hijo menor de la princesa Diana sería quien se llevaría la mayor parte del dinero.
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La cadena de noticias explicó que luego de la muerte de su madre, los príncipes y su bisabuela se volvieron muy unidos, por lo que la reina Isabel los incluyó en su testamento.
Pero la monarca sabía que debido a que Harry estaría más alejado de la corona probablemente no tendría los mismos ingresos que su hermano mayor, y para evitar que esto repercutiera en su relación, eligió dejarle un poco más de dinero.
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El medio agregó que esta fortuna equivale a aproximadamente dos terceras partes del dinero que tenía la reina, y que desde 1994 fue destinado en un fondo especial para sus bisnietos.
Además, esta no es la única herencia monetaria que los príncipes de Inglaterra recibieron, pues al fallecer su madre también les dejó varios millones de dólares, que fueron reducidos a 10.3 luego de los "gastos funerales", según reportó The Mirror.
Sin embargo, de acuerdo con varios medios ingleses, el príncipe William y su hermano no pueden acceder a su dinero hasta que cumplan los 25, y solo podrán disponer de la suma total cuando lleguen a los 30 años.
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