Ya las hemos visto, esas uñas con filo que parecen asesinas. Son las favoritas de muchas celebridades en las alfombras y muy populares entre las blogueras de moda. Son las uñas puntiagudas que le darían un buen susto a nuestras abuelas por lo inusual que lucen.
Foto cortesía de Meetthebestyou.com
Bueno, me puse a la tarea de probarlas y pensé que podría durar más de una semana con ellas (porque NO son baratas: cuestan lo mismo que las acrílicas $40 y sin añadirle brillantitos), pero ¡no pude! Al acabarse el lapso de siete días me las tuve que limar. ¿Y por qué? A continuación mi experiencia:
Día 1: Estaba muy emocionada porque sigo muchas cuentas en Instagram de moda y me parecen hermosas si las combinas con anillos y pulseras. Además pensé que para mi disfraz de Halloween sería sido un buen complemento, claro me las tenía que dejar hasta fin de mes. La emoción no me dejaba ver a lo que me estaba metiendo. Primero, el manicurista usó la técnica de uñas acrílicas original y después las afiló hasta que terminaron con la punta bien fina. ¡Listo!
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Día 2: Me preocupó que no pude escribir un texto, me tardaba mil horas (estoy exagerando un poco). Igual le quitaba el “Autocorrect” y todavía se me hacía difícil. Tampoco me podía tocar la cara o estripar un granito (aunque no lo recomiendo).
MANDAR UN TEXT Y TRABAJAR (PUBLICAR EN SOCIAL MEDIA) ES IMPOSIBLE
Día 3: MI PAREJA
¡A mi novio le encantan! Dice que le gusta cómo se sienten cuando le rasco la espalda. Bueno al menos, uno de los dos se estaba beneficiando de este cambio de look.
Día 4: LO QUE DICE LA GENTE
Los extraños me preguntan ¿te duelen? Otros dices ¿ya estás lista para Halloween? Y mi mamá las odia dice: “Quítate esas uñas que parecen garras y no son nada profesionales”. Yo le digo “Mamá quédate tranquila que trabajo en un website de moda.”
Día 5: BOTONES, CIERRES DE PANTALÓN, CORDONES DE ZAPATOS
Olvidalo, no puedes abotonarte la camisa (llegué súper tarde un día al trabajo por esto y terminé usando un vestido)
También, se me dificultó atarme los cordones de los zapatos y subirme el cierre del pantalón.
Día 6: ABRIR LATAS, BOTELLAS...¡LO QUE SEA!
Ya es el colmo, se hizo imposible abrir esta lata de soda...¡y con la sed que tenía!
Día 7: LA SOLUCIÓN
Me tomé la hora del almuerzo para ir al manicurista y le imploré a Shi Len que me atendiera aunque no tenía cita, pues no soportaba el martirio de no poder hacer las cosas más simples en mi vida. Le pedí que me las limara de modo de que se vieran modernas, pero sin la punta con filo.
Así lucen ahora el cual es otra tendencia llamada "Coffin nails" o uñas de ataúd.
GRACIAS A DIOS Y A SHI LEN VOLVÍ A LA NORMALIDAD. LE DEJO ESTA TENDENCIA A LAS BLOGUERAS.
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