Si te gusta disfrutar de una taza de té en las mañanas o no puedes dormirte sin un vaso tilo, seguramente usas varias bolsitas de té a la semana. El té está lleno de antioxidantes y no debes botar las bolsitas después de un solo uso. ¡No te deshagas de las bolsas y reúsalas!
1. Aliviar irritaciones de la piel: Colocar una bolsa de té fría e húmeda sobre picadas de insectos o sobre una insolación puede aliviar la inflamación y ayudar a sanar el área.
2. Evitar ojeras: Después de tomar tu té, coloca la bolsa tibia sobre tus ojos para rejuvenecer el área y quitar tus ojeras.
3. Quitar grasa: Para quitarle la grasa a los platos, llena el fregadero de agua y déjalos durante la noche con unas bolsas de té usadas. Al día siguiente será más fácil terminar de lavar los platos.
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4. Repelar insectos: Coloca las bolsas de té en gabinetes u otras áreas afectadas para repelar ratones e insectos. Las bolsas de té de menta son mejores para esto.
5. Después de perder un diente: Si se le cae un diente a tu pequeño, usa una bolsa de té fría e húmeda para parar el sangramiento.
6. Limpiar madera: Hierve dos bolsas de té en un litro de agua y deja que se enfríe. Moja un paño suave con el té y úsalo para limpiar tus muebles de madera o el piso de madera. Seca el área con otro paño suave.
7. Fertilizar tu jardín: Puedes abrir las bolsas de té usadas y esparcirlas por el terreno donde tienes cultivos y plantas para fertilizarlo.
8. Eliminar los malos olores: El té actúa como un ambientador natural ya que absorbe los olores. Puedes agregarle algunas gotas de aceite esencial a las bolsitas usadas para perfumar los armarios. También las puedes colocar en la nevera para eliminar los malos olores.