El estrés es un estado mental que puede afectar a cualquier persona, y puede ser diferente dependiendo de su gravedad o la causa que lo origina. Para tratarlo existen muchas formas, pero a veces se puede confundir con otras enfermedades o problemas mentales o emocionales, las cuales hacen que sea difícil de combatir.
Una de las equivocaciones más comunes es creer que el burnout es simplemente estrés, o viceversa. Pero, para evitar que cometas este error, los expertos han tratado de explicar más a fondo cada uno de estos padecimientos.
Medline Plus define el estrés como “un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso”. Y destaca que puede ser crónico o agudo.
El primero de ellos sucede cuando esta tensión dura por varias semanas, mientras que el agudo puede durar desde unas horas hasta un par de días. Así mismo, detalla que lo que hace más fácil identificar el estrés de otras cosas es que este es una “respuesta a un estímulo estresante”.
Esto significa que aparece siempre que se presenta esta situación, persona u objeto, y al eliminar la fuente de este problema también se libera el cuerpo de la presión. Mientras que la ansiedad, por ejemplo, es un estado similar pero que permanece, incluso una vez que deja de existir esta situación estresante.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud determinó que el burnout es “un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito”.
El Instituto de Neurociencias de Ecuador describió que sus síntomas incluyen:
- Cambios en el estado de ánimo.
- Desmotivación.
- Agotamiento mental.
- Sensibilidad a la crítica.
- Falta de energía y menor rendimiento.
- Dolor y rigidez muscular.
- Problemas gastrointestinales.
- Problemas cardiovasculares.
- Alteraciones en la piel.
- Dolores de cabeza.
- Mareos.
En este caso, el detonante del estrés es el trabajo, pero, bajo la definición de Medline Plus, la principal diferencia es que el síndrome del agotamiento no se quitará incluso cuando dejas de trabajar, o sales de tu jornada laboral, sino que permanece constante y afecta otros aspectos de tu vida.
De igual forma, para saber que no se trata de burnout sino de estrés, habría que identificar si lo que nos mantiene agobiados tiene que ver con nuestras actividades laborales o es una causa ajena.
Para conseguir relajarse y olvidarte de este síndrome, la revista Entrepreneur recomienda seguir varios pasos. El primero de ellos es lidiar con el bloqueo mental y el bajo rendimiento al cambiar el “No puedo” por un “¿Cómo lograrlo?”. También, sirve el renovar tu entorno o el sitio, para así obtener una nueva perspectiva, y para que esto sea más efectivo puedes incluir en él algunas plantas, aromaterapia o juguetes anti estrés que te ayuden a canalizar la energía y relajarte.
Crear hábitos matutinos como definir un horario para concentrarte, y unos minutos para levantarte de la silla y hacer ejercicios de respiración también te servirán para eliminar el burnout. Y, a largo plazo, puedes crear una tabla de objetivos definidos o planeaciones para optimizar tu tiempo.
En cambio, para tratar el estrés se pueden usar técnicas de relajación, meditación, aromaterapia, ejercicio físico, actividades recreativas como el baile, dibujo o tocar algún instrumento musical.
En cualquiera de los casos, si el problema persiste lo más recomendable es acudir con un experto en salud mental para prevenir complicaciones mayores.
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