Vittoria Casa, funcionaria del partido gobernante en Italia, presentó un proyecto de ley que pretende atacar la creciente "adicción al celular" entre los adolescentes como un problema de adicción a las drogas.
"Se está volviendo cada vez peor y debe tratarse como una adicción", afirmó la funcionaria sobre el uso de los teléfonos celulares por parte de los adolescentes, de acuerdo con The Times.
"Estamos de acuerdo con los estudios que muestran que esperar un 'me gusta' al publicar algo en las redes sociales desencadena la dopamina química en el cerebro. Es lo mismo que los juegos de azar", afirmó Vittoria Casa.
Dicho proyecto de ley afirma que ocho de cada 10 jóvenes menores de edad en Italia temen perder sus teléfonos celulares y su conexión a internet a un grado patológico, y a esto se le conoce como "nomofobia".
Según el diario, Vittoria señaló que los adolescentes se han convertido en "vampiros", ya que permanecen despiertos por la noche enviando mensajes en sus redes sociales, lo que afecta su rendimiento escolar.
"El llamado vampiring significa que los niños están nerviosos y apáticos al día siguiente en la escuela", afirmó la funcionaria.
Las medidas del proyecto de ley de Casa se componen de varias partes, entre ellas, cursos en las escuelas para advertir a los niños de los peligros del uso del teléfono celular y una campaña de concientización pública dirigida a los padres, lo cual podría sonar razonable.
No obstante, también están incluidas otras medidas que pueden parecer menos sensatas, como pedir a la policía de Italia que supervise el uso excesivo de los teléfonos y enviar a los casos más graves a rehabilitación, junto con pacientes con otras adicciones.
Expertos como el psicólogo experimental del Oxford Internet Institute en el Reino Unido Andrew Przybylski afirman que este tipo de proyectos de ley no son un buen recurso, debido a sus antecedentes en otros países.
"Esta ley y otras similares son una mala idea. En China, y en otras partes del mundo donde la gente se acerca a la tecnología de esta manera, hemos visto surgir 'campamentos de entrenamiento tecnológico' con fines de lucro y han habido múltiples muertes", dijo a Insider.
El experto además desestimó los rumores que suelen suscitar los estudios científicos que miden el uso del celular y las redes sociales por adolescentes.
"No hay evidencia de que las cosas estén empeorando, en lugar de eso, es probable que nuestras otras inquietudes, por ejemplo, acerca de los videojuegos violentos, simplemente se transfieran a la tecnología del día, los teléfonos inteligentes en este caso", afirmó.
"Las aplicaciones y características de los teléfonos y otras tecnologías digitales varían ampliamente y pueden ser herramientas para bien y para mal. Necesitamos una ciencia sólida, no el temor", señaló el experto.
Los efectos físicos podrían ser más preocupantes
Aunque la "adicción al celular" podría no necesitar ser tratada con un tratamiento como el de la adicción a los juegos de azar o a las drogas, si podría traer problemas físicos consigo, de acuerdo con varias investigaciones.
Un estudio reciente reveló que el uso constante del celular está provocando que las personas desarrollen "cuernos", crecimientos óseos en la base del cráneo, también conocidos como exostosis prominente.
Esto ha sido causado los daños que sufren los cartílagos que amortiguan las articulaciones, por mantener constantemente una postura o hacer movimientos repetitivos, como agacharse a mirar el teléfono celular.
Estas lesiones se suman a otros padecimientos físicos modernos como el "cuello de texto", el "pulgar del texting", la joroba y el cuello de la viuda, y lesiones en el hombro y la parte inferior de la espalda, como consecuencia del uso de teléfonos inteligentes.
Además, están los efectos dañinos que la luz azul de las pantallas de computadoras y teléfonos pueden ocasionar en el cutis, ya que se ha comprobado que aceleran el envejecimiento de la piel.
Lo que pueden hacer los padres al respecto
Si los padres pretenden limitar el tiempo que sus niños más pequeños pasan con el celular, existen reglas que pueden poner en práctica, como no permitir los dispositivos en la mesa a la hora de la cena, o durante las tareas.
Crear una alarma para notificar a lo niños el momento en el que deben dejar el celular, también es una buena maniobra. Pero, sobre todo, los expertos recomiendan enseñar a los niños desde el inicio que el teléfono celular no es de su propiedad, sino de los padres.
Desafortunadamente, con los hijos mayores, los padres también deben estar más atentos, pues un reportaje de mayo pasado del Wall Street Journal reveló que muchos adolescentes tienen un segundo celular para mantenerse conectados, pese a los castigos.
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