Tan solo dos semanas después del inicio de la cuarentena, el bebé de Gemma Brown, Bertie, despertó cubierto de sarpullido y comenzó a presentar moretones. Conoce su historia.
Gemma platicó al diario The Sun que Bertie comenzó a quejarse y llorar, así que llamó a su médico de cabecera y le dijo que probablemente se trataba de algo viral y que le daría paracetamol. Pero ella, sabía que algo más pasaba con su hijo.
"Su temperatura era de 42°. A la mañana siguiente estaba completamente cubierto de sarpullido. Llamé al médico y les dije que lo llevaría directamente al hospital", platicó.
Gemma también reveló que su hijo había comenzado a ponerse "negro", como si tuviera moretones, algo que se cree es un nuevo síntoma del coronavirus.
Bertie fue sometido a una serie de pruebas para sepsis y meningitis, y Gemma preguntó si la enfermedad de su hijo estaba relacionada con el coronavirus.
"Me dijeron que eso era imposible, pero tuve una corazonada", admitió.
Semanas después, los médicos comenzaron a notar un aumento preocupante en los niños que estaban gravemente enfermos y, al igual que Bertie, parecían sufrir fiebres altísimas y erupciones cutáneas inexplicables.
Ante esto, los médicos de Londres emitieron una advertencia de un nuevo y misterioso síndrome inflamatorio, similar a la enfermedad de Kawasaki o al síndrome de shock tóxico.
La enfermedad potencialmente mortal se ha denominado síndrome inflamatorio multisistémico, que algunos creen que está vinculado al SARS-CoV-2.
Aunque Bertie no ha sido diagnosticado formalmente, Gemma está convencida de que su hijo tiene esta condición.
"Me dijeron que era una respuesta autoinmune de un trastorno inflamatorio que provoca fiebre, hinchazón y erupciones en los vasos sanguíneos que se inflaman", platicó.
Los médicos le dijeron que el pequeño necesitaría inmunoglobulina a través de vía intravenosa, pero a los pocos minutos de recibir el tratamiento, comenzó a empeorar.
Según las declaraciones de su madre, estaba enloqueciendo y dando vueltas. Además, su ritmo cardíaco y su presión sanguínea se dispararon.
Los expertos decidieron retirarle el tratamiento y reiniciarlo 12 horas después a una dosis mucho más baja.
Gemma estaba asustada, pero por suerte, Bertie no tuvo ninguna reacción.
Durante los siguientes cinco días, Bertie mejoró y Gemma volvió a preguntar sobre el posible vínculo con el COVID-19, pero los médicos le dijeron que no estaba relacionado.
No fue hasta unas semanas después que Gemma comenzó a ver informes de síntomas similares a los que presentaba su hijo. “Estaba convencida de que eso era lo que tenía”, platicó.
Los científicos ahora creen que el síndrome inflamatorio multisistémico se desarrolla dos o tres semanas después de la infección por coronavirus, que puede ser asintomática.
"Simplemente no se sabe lo suficiente sobre el vínculo entre COVID-19 y esta nueva enfermedad similar a Kawasaki. Bertie tiene que hacerse un examen cardíaco anual hasta que sea adolescente", finalizó.
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