Las gastroenteritis, diarreas y vómitos son unos de los problemas digestivos más comunes, y molestos. Y, lamentablemente, una vez que has contraído alguna infección en el estómago es normal que durante los siguientes días te sientas un poco débil, o que la comida que consumes continúe causando malestar. Para evitar esto, lo mejor es obtener una dieta astringente.
Este tipo de alimentación se basa en alimentos que son bajos en grasa, que no son irritantes y que ayudan a controlar los movimientos intestinales, al mismo tiempo que protegen las paredes de estos, que usualmente quedan dañadas después de la infección.
El doctor Juan Armando Corbin, especialista en Nutrición y Alimentación Sanitaria Social, declaró al diario 'El Universal', que las comidas propuestas en esta dieta son ricas en fenoles, unos compuestos que tienen propiedades astringentes y antinflamatorias, además que son muy fáciles de digerir.
Por su parte, la nutricionista Marta Lorenzo especificó a la revista ¡Hola!, que durante este proceso se deben evitar los siguientes productos:
1. Comida rápida.
2. Alimentos fritos o muy grasosos.
3. Leche entera y productos elaborados con esta.
4. Sodas y bebidas azucaradas.
5. Alcohol y café.
6. Ingredientes irritantes como el chocolate, los cítricos y el picante.
7. Carnes con mucha grasa, o porciones grandes.
La especialista destacó que, para obtener mejores resultados, se recomienda comenzar con porciones pequeñas de alimentos, a una temperatura templada. De hecho, lo mejor es mantener de cinco a seis comidas diarias, pero en porciones pequeñas, para ayudar a que el estómago y los intestinos comiencen a trabajar de manera normal.
De igual forma, aseguró que las frutas, verduras y leguminosas con alto contenido en fibra, o que pueden causar flatulencias, como los frijoles, la papaya, las coles de Bruselas y el brócoli, deben evitarse al menos por un par de semanas, e irlas introduciendo poco a poco.
En cambio, las cosas que sí se pueden comer dentro de la dieta astringente son: arroz hervido, zanahoria, manzana, papas, plátano maduro, yogurt natural bajo en grasa, pollo, pavo, pescados blancos, pasta y pan blandos.
De igual forma, se recomienda cocinar todo al vapor, a la plancha, al horno, o en sopas o purés, y con pocos condimentos.
Algo muy importante es que se debe consumir el agua suficiente para evitar la deshidratación, y porque, de no hacerlo, se puede causar estreñimiento. En ese sentido, también es necesario mantenerse activo al menos durante 30 minutos al día, para ayudar a una buena digestión.
Por otro lado, hay que destacar que esta dieta no está diseñada para perder peso, solamente es recomendada por periodos cortos, luego de presentar un problema estomacal, y no sustituye a los medicamentos o tratamientos para las infecciones, sino es solo un complemento.
Asimismo, no es apta para quienes padecen hemorroides o estreñimiento ya que al reducir el consumo de fibra puede agravar este problema.
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