Es muy posible que alguna vez hayas sentido esto: tuviste algún triunfo, grande o pequeño, todo mundo te felicita, o tal vez recibes algún cumplido, pero tú sientes que no lo mereces, que todo se debió a una serie de circunstancias ajenas a ti o que es una cuestión de suerte, pero no es debido a tu propia capacidad.
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La mayoría de las personas han estado en una situación así, parece normal, hasta podría tratarse de un poco de modestia. Pero no, esta condición tiene un nombre, se trata del síndrome del impostor y puede ser mucho más común de lo que te imaginas. Siete de cada 10 personas lo han sufrido, de acuerdo con el sitio de la BBC.
Este síndrome puede presentarse de forma esporádica, pero cuando se presenta de manera continua puede tener graves consecuencias en tu vida. Muchas personas lo han padecido, incluso famosas como Kate Winslet. Aquí te decimos de qué se trata este padecimiento.
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Básicamente, consiste en tener la sensación constante de no ser lo suficientemente bueno, capaz, competente o de no estar a la altura de las cosas que se han logrado. "Es sentirse como un fraude", afirma Aida Baida Gil, autora del libro Cómo superar el síndrome del impostor.
Este problema no solo se manifiesta en el campo laboral o en el ámbito académico, también puede aparecer en las relaciones personales. Algunas personas pueden pensar que no son lo suficientemente buenas para tener una pareja o una amistad con alguien o que necesitan ser perfectos para que los demás se les acerquen, según la página de Women's Heatlh.
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De acuerdo con Valerie Young, psicóloga experta en el tema, existen cuatro probables causas para este síndrome:
1. Estereotipos sexuales. Debido a ciertas presiones en las diferencias y roles de género, quien padece este síndrome puede creer que sus logros se deben al hecho de pertenecer a uno u otro sexo.
2. Comportamientos adquiridos en la infancia. Las presiones y las diferencias que los padres hacen entre sus hijos, cuando son niños, pueden causar que uno de ellos se sienta poco apto o incompetente.
3. Diferencias raciales. Al igual que con el género, el hecho de pertenecer a cierto grupo, o no hacerlo, puede hacer creer a la persona que está usurpando el lugar de otro.
4. La competencia, el éxito y el fracaso. Es común que la percepción de competencia haga que las personas se fijen estándares muy altos o se sientan indignos si no son lo suficientemente competitivos.
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Aunque, algunos expertos en el tema, como la doctora June Shapiro, piensan que solo son distintas manifestaciones de un mismo tipo de problema, este síndrome puede clasificarse en cinco tipos distintos:
- El perfeccionista. Esto ocurre cuando la persona tiene la necesidad de hacer todo a la perfección. Cuando esto no sucede, tiene la sensación de haber fallado o de ser un fraude.
- El genio natural. Este tipo se presenta cuando la persona cree que tiene una habilidad natural para alguna tarea. Cuando esa tarea supone un esfuerzo mayor, sienten que no son lo suficientemente buenos.
- El héroe. En este caso, la persona se sobrecarga de trabajo para ocultar sus supuestas deficiencias. Trata siempre de estar dentro de un estándar en el que él supone que no encaja y eso lo somete a mucho estrés.
- El experto. Es alguien que piensa que vale por sus conocimientos o habilidades y teme frecuentemente a ser expuesto por no ser tan inteligente como los demás creen.
- El solista. En este caso, la persona piensa que si necesita ayuda de los demás, eso demuestra que es incompetente o incapaz.
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Sin importar cuál sea la causa o el tipo de manifestación del síndrome, lo cierto es que cada persona puede ser digna de elogios o ser capaz de alcanzar el éxito. Los expertos aconsejan tratar de ver las cosas con objetividad y hacer una lista de las razones por las cuales merecemos el éxito. También puede servir pedirle a un buen amigo que nos ayude a ver el asunto desde otra perspectiva.
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