El cáncer en los ovarios es una de las principales causas de muerte en mujeres de todo el mundo, ya que es muy difícil de detectar debido a que no presenta señales muy evidentes, al menos en su etapa inicial, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
El 70 % de los casos de cáncer de ovario se diagnostica cuando la enfermedad ya está muy avanzada, lo cual disminuye las probabilidades de que el tratamiento sea exitoso. Por ello, es importante tener toda la información necesaria para prevenir y reducir los riesgos.
La prevención y un tratamiento oportuno pueden hacer la diferencia, por esa razón, te aclaramos los cinco mitos más comunes sobre esta peligrosa enfermedad.
1. El cáncer de ovario no tiene síntomas
Esto es un mito, al menos en parte. Como ya se mencionó, esta enfermedad no suele mostrar suficientes indicios en su etapa inicial, lo que puede complicar mucho la detección y el tratamiento de manera temprana.
Sin embargo, existen señales que pueden alertarte sobre algunos tipos de cáncer, como: dolor abdominal, inflamación, pérdida de peso, aumento inusual en la micción o sangrado vaginal anormal. Si estos problemas se presentan frecuentemente, es momento de llamar al médico.
2. No existe una prueba para detectar el cáncer de ovario
Esto es lamentablemente cierto. Aún no existe una prueba especializada que ayude a identificar esta enfermedad en sus primeras etapas. Sin embargo, un examen pélvico completo podría ser útil para la detección de este padecimiento.
Otras pruebas usadas con frecuencia para detectar este tipo de cáncer son la ecografía transvaginal (TVUS) y la prueba de sangre CA-125, aunque todavía no son del todo confiables, de acuerdo con la American Cancer Society (ACS).
3. Una prueba de Papanicolaou puede detectar el cáncer de ovario
No, esto es un mito. Este examen sirve para detectar cáncer cervical, de acuerdo con la Clínica Mayo. En este tipo de pruebas, el médico analiza los cambios en las células cervicales para identificar los posibles riesgos de padecer cáncer cervical.
En raras ocasiones, estas pruebas pueden identificar células de cáncer ovárico, sin embargo, esto sucede en casos en los que la enfermedad se encuentra muy avanzada. Aun así, esta prueba no es un procedimiento confiable para detectarlo.
4. Tomar la píldora puede prevenir el cáncer de ovario
Esto puede ser cierto. El uso de anticonceptivos orales como las píldoras puede reducir las posibilidades de desarrollar esta enfermedad en mujeres portadoras del gen BRCA hasta en un 50 %, especialmente si las han usado por varios años, según la ACS.
Sin embargo, eso no significa que quienes toman la píldora no padezcan esa enfermedad. Además, los anticonceptivos orales tienen efectos secundarios y otros riesgos graves, por lo que, si estás considerando tomarlos, antes debes consultar con un especialista.
Otra forma de reducir las posibilidades de padecer esta enfermedad es recurrir a las cirugías ginecológicas, como la ligadura de trompas o la extirpación del útero. Pero estas opciones deben aplicarse por motivos médicos válidos y no como una forma de prevención del cáncer.
5. ¿El embarazo puede reducir el riesgo?
La respuesta es sí. La ACS afirma que aquellas mujeres que han tenido embarazos sin complicaciones antes de los 26 años pueden tener un menor riesgo de padecer esa enfermedad y las posibilidades se reducen con cada embarazo. Además, la lactancia también disminuye el riesgo.
Sin embargo, esto no es una regla y, aunque el riesgo se incrementa durante la menopausia, es recomendable que las mujeres en edad fértil se sometan a chequeos médicos constantes, ya que esto puede prevenir esta y otras enfermedades.
Además, la edad no siempre es un factor determinante, incluso existen casos extraordinarios, como el de la niña de dos años que fue diagnosticada con un extraño tipo de cáncer de ovario.
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