Una niña de siete años se convirtió en la heroína de sus padres, luego de cuidarlos mientras se recuperaban de coronavirus, poniendo en riesgo su salud.
Baldir y Beatriz Agreda son una pareja colombiana que se desempeñan como pastores en su comunidad, y desde que inició la pandemia se dedicaron a hacer trabajos de ayuda humanitaria para las personas más necesitadas del lugar donde viven. Sin embargo, hace unas semanas ambos contrajeron COVID-19, posiblemente por entrar en contacto con gente infectada mientras hacían su labor.
En cuanto supieron que eran portadores del virus, decidieron quedarse en casa para cuidarse y evitar más contagios. La única persona que estaba con ellos era su hija Génesis, quien también dio positivo, pero era una portadora asintomática.
Baldir compartió en su perfil de Facebook algunos posts en los que afirmaba que se sentían muy mal, y el dolor era casi insoportable, pero estaban recibiendo la ayuda de algunos vecinos y amigos, que les enviaban comida y la dejaban en su puerta.
“En nuestro aislamiento, literalmente solos, fue difícil recibir visitas de familiares y de amigos para que nos asistan. Nuestra pequeña rubia Génesis, al vernos postrados en cama, dio el salto de pequeña a grande”, dijo el pastor a El Deber.
El padre agregó que “fue una situación difícil de describir con palabras. De dolor y desesperación llorábamos los tres”, pero con los días Génesis aprendió todo sobre lo que necesitaba para cuidar de sus papás.
“Nuestra hija, con sus pequeñas manos, nos pasaba los medicamentos y los alimentos que algún vecino nos traía hasta el portón, luego nos regalaba una blanca sonrisa que penetraba hasta nuestro corazón, duplicando así nuestra esperanza de continuar en el renglón de la vida", puntualizó Agreda.
Su labor como cocinera, enfermera, cuidadora y hasta mucama duró alrededor de quince días, mientras la pareja estaba en cama con fuertes dolores que no los dejaban levantarse. Luego de este periodo, el hombre confesó en Facebook que comenzaban a sentirse mejor, por lo que pudieron ya levantarse y ayudar un poco a su hija.
Además, mientras permanecían aislados, la familia tuvo otro fuerte golpe, al recibir la noticia de que la abuela de Baldir falleció a causa de la enfermedad.
Para los cuidados en casa, los CDC recomiendan aislar a los pacientes en una recámara ventilada y proporcionarles su propio baño, así como utensilios personales como platos, cubiertos, vasos, toallas y otros artículos de higiene, para que no los comparta con el resto de las personas que viven ahí.
De igual forma, se debe desinfectar a fondo su recámara o el baño una vez que los haya utilizado, y evitar el contacto directo con él. Asimismo, es necesario vigilar los síntomas y, en caso de presentar problemas como dificultad para respirar, llevarlos inmediatamente a un hospital para que reciba la atención necesaria.
En el caso de Génesis, su papá destacó que, a pesar de que ya era portadora de la enfermedad, ellos seguían teniendo los cuidados necesarios de distanciamiento, y su comida se las dejaba únicamente en la puerta de su recámara, así como sus medicamentos.
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