Aunque todos queremos pasarla bien en la cama, a veces, hablar de sexo con la pareja puede resultar muy complicado. Y es que, existen muchos mitos, miedos, tabúes, fantasías e incluso creencias que rondan nuestras mentes, y aunque queramos tener una buena comunicación, todos esos factores llegan a convertirse en barreras difíciles de sortear.
Pero, es un hecho que, para disfrutar de la intimidad, hay que hablar. Y mucho.
Así que, para que tu vida sexual sea lo más placentera posible, te ayudaremos a descubrir qué te está causando conflicto para iniciar la conversación que tanto deseas tener con tu pareja. Solo de esa forma podrás aclarar tu mente y expresarte sin vergüenza.
No reconoces que es un tema vital
Sí, tenemos que aceptar que el sexo forma parte crucial de cada ser humano, y así lo cita Mejor con Salud. Una vez que lo tengamos claro, nos resultará ilógico vivir sin pretender hablar de ello.
¿Te imaginas no hablar de comida? ¿O comer algo que no te gusta? ¿O nunca probar algo que se te antoja mucho? Pues, justamente así es el sexo. Tenemos que hablar de ello para poder ser felices.
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Permites que los tabúes se apoderen de ti
Los tabúes sexuales son las prohibiciones implícitas sobre ciertos actos o personas. Pero no puedes encerrarte en el pensamiento de que hay cosas de las que no se puede hablar, aunque así lo dicte la sociedad, la religión, el núcleo familiar.
Si algo te provoca curiosidad, habla de ello. Si algo te causa confusión, ¡háblalo también! La visión de tu pareja solo te ayudará a abrir tu mente, y juntos, podrán entender más sobre el sexo en general, y sobre lo que les funciona a ustedes dos.
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No te conoces bien
¿Te has dado la oportunidad de conocer y experimentar las cosas que te gustan en la cama? Cuando reconozcas tus gustos y tus deseos, te será más fácil explicárselos a tu pareja. Y si no los tienes tan claro, también hazlo, que para eso hay dos personas involucradas en esto.
Ni tú tienes que saberlo todo, ni tu pareja es experta en el tema. Así que no temas contarle con punto y seña lo que piensas y sientes. A veces tu compañero te iluminará un poco, otras más, aprenderá de ti, y lo mejor de todo, es que juntos descubrirán mucho más.
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Te da vergüenza
De acuerdo, es posible que hablar de ciertas cosas haga que te pongas nervioso o que te sonrojes, pero piensa esto: ya compartieron cama, lo que significa que se han visto tal y como son. Entonces, olvídate de un poco de cómo reacciona tu cuerpo cuando algo te avergüenza un poco.
Comienza a hablar y verás cómo poco a poco te será más sencillo relajarte y hallar las palabras correctas para entablar una las conversaciones más enriquecedores de tu vida. Para darte valor, siempre ten presente que, hablar de sexo con la pareja, refuerza la intimidad.
Sientes que amenazas la relación
Muchas personas creen que este tipo de conversaciones puede herir los sentimientos de su pareja. Es decir, tienen buenas intenciones y se preocupan por el bienestar de su compañero, pero por tratar de ser prudentes, se olvidan de su propia satisfacción. En otras palabras: al callar, por temor a hacer daño, están sacrificando su felicidad.
¿Te das cuentas como eso no suena bien?
La psicóloga canadiense Uzma Rehman exploró un estudio sobre la comunicación de conflictos de parejas, y halló que, del mismo modo en el que evitamos ir al dentista, esquivamos hablar con nuestro compañero sexual sobre temas que consideramos delicados, según recoge el sitio Muy Interesante.
Lamentablemente, evitar hablar de sexo solamente provoca problemas, y entre más tiempo lo evites, más graves se volverán esos líos. Así que, no te quedes callado, por tu bien, primero, y por el bien de ambos.
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