Leticia Calderón se ha caracterizado por ser una madre entregada y cariñosa con sus hijos Carlos y Luciano, fruto de su relación con el abogado Juan Collado, sin embargo, también es una mamá estricta y exigente.
Durante una entrevista con el diario El Universal, la actriz mexicana expresó que está a favor de los castigos físicos en la crianza y señaló que no dudaría en dar unas nalgadas a sus hijos, que ya son unos adolescentes, si su falta lo amerita.
“Hasta ahorita no les he pegado, ya voy a empezar, ya se los advertí. La preadolescencia es un buen punto para empezar a pegarles, pero a lo mejor Carlo me contesta feo y le digo ‘a la otra que me hables feo te voy a reventar el hocico’ y ya no hay una segunda porque lo entendió”, dijo al intérprete de 50 años.
Calderón también compartió que sus padres fueron muy estrictos con ella y que su madre le pegaba cuando se portaba mal, pero según la actriz esto no le afectó y por eso podría ponerlo en práctica con sus hijos.
Aunque la actriz de telenovelas se dice a favor de la crianza con golpes, esta polémica forma de educar a los pequeños ha sido calificada por los expertos como incorrecta.
La organización Kids Health señala que no hay peor manera de reprender a los hijos que con agresión física, sin importar la edad que tengan.
Estos son los motivos que exponen para pensarlo dos veces antes de pegarle a los hijos:
-Al golpear a un niño se les enseña que es correcto actuar con violencia cuando se está enojado.
-El menor puede sufrir lesiones severas o hasta la muerte.
-Al ser un padre o madre violento no se les está inculcando respeto sino temor.
-El niño no corregirá su error, solo procurará que no lo “atrapen” la próxima vez.
-Un niño que busca atención tomará un golpe como “recompensa” a su mal comportamiento. Es mejor ninguna atención que una atención negativa.
Kids Health indica que de acuerdo con la edad del menor deben ser los correctivos que recibe, por ejemplo, un niño entre los 3 y 5 años comienza a asociar las acciones con sus consecuencias, por lo que explicarle que su comportamiento puede generarle problemas es una manera correcta de darle una lección.
A los niños entre los 6 y 8 años se les pueden poner castigos simples como no utilizar los videojuegos por un periodo de tiempo. Los padres deben mantenerse firmes para que los hijos aprendan de estas “penitencias”.
Entrando a la adolescencia, entre los 9 y 12 años, los pequeños están más maduros y saben perfectamente que su mal comportamiento les puede generar problemas. Además de tener bastante comunicación con ellos hay que permitirles actuar, cometer errores y aceptando sus secuelas.
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