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La verdadera historia detrás del bebé que es arrojado a una piscina en TikTok

Un impactante video donde un bebé es arrojado a una piscina ha causado polémica en las redes sociales, pero esto es lo que verdaderamente ocurrió.

Krysta Meyer, de 27 años, y su bebé saltaron inesperadamente a la fama cuando un video del pequeño aprendiendo a nadar se hizo viral, pero porque muchas personas pensaban que se trataba de maltrato, aunque la realidad es muy diferente.

En el video se observa a la instructora de natación arrojando al bebé desde la orilla de la piscina al agua, sin nadie que lo atrape o lo pueda auxiliar, pero el bebé reacciona instintivamente y en pocos segundos saca su cabeza del agua y se mantiene a flote.

“Oliver me impresiona cada semana. No puedo creer que tenga casi 2 meses aprendiendo y lo esté haciendo tan rápido. Es un pececito”, escribió Krysta al momento de publicar su video en la red social TikTok.

En los comentarios, varios usuarios manifestaron su preocupación por la seguridad del pequeño y otros más lo tomaron con humor, pero el video se hizo tan popular que fue visto por más de 51 millones de usuarios.

La madre del bebé Oliver fue quien grabó el video en la escuela de natación Little Fins, a donde lleva a sus dos hijos, y confesó al sitio BuzzFeed News que estaba consciente de que el video podría resultar controversial y alarmante para muchas personas.

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https://twitter.com/ugawoman01/status/1274773803655184384

“Mucha gente ve a un niño siendo arrojado al agua y piensa: ‘Eso no está bien, no deberías estar haciendo eso'. He recibido amenazas de muerte. La gente me ha dicho que soy la peor mamá, que pongo en peligro a mis hijos y los estoy traumatizando”, señaló.

Sin embargo, la madre aseguró que esta no se trata de una clase normal de natación, sino una de supervivencia infantil.

Esta escuela de natación, propiedad de Lauri Armstrong, se encarga de mostrarle a los bebés estrategias de supervivencia en el agua, ya que no les enseñan a nadar, sino a estar cómodos en el agua, a reconocer su situación, voltearse si es que llegan a caer dentro del agua y saber flotar.

Aunque la Academia Americana de Pediatría señaló que los niños menores de 1 año no deberían aprender a nadar, muchos padres están convencidos de que los bebés deben conocer estas habilidades lo más pronto que puedan en sus vidas.

Armstrong aseguró que los instructores del centro de natación están altamente capacitados para llevar a cabo este tipo de entrenamiento y trabajan con cada bebé de manera segura y controlada.

“Esto definitivamente no es algo que suceda en la primera lección. Nunca sabemos cómo caerá un niño al agua, así que queremos que estén listos de cualquier manera”, señaló una de las instructoras.

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