A pesar de que es madre de tres niños que tuvo a través de la fertilización in vitro, Ashley Strong ha continuado pagando a una clínica para que mantengan congelados tres embriones más, pues no quiere deshacerse de ellos.
Cada año, la clínica le pregunta qué desea hacer con ellos, pero Strong no quiere tomar una decisión aún, a pesar de que sabe que no desea tener más hijos.
“Me esfuerzo mucho para no abrir la carta o la miro durante el mayor tiempo posible para darme un poco de tiempo para pensar en ello", dijo la mujer a la 'BBC'.
Ashley contó al sitio británico que sus embriones llevan congelados ocho años, pero no ha tomado ninguna decisión porque siente un apego emocional debido a la dificultad que representó para ella convertirse en madre.
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“Hemos pasado por tantos abortos espontáneos, tantas decepciones, por lo que desecharlos así es realmente difícil para mí”, señaló.
De acuerdo con las regulaciones del Reino Unido, las personas pueden tener almacenados sus embriones por 10 años, para usarlos, donarlos o dejarlos morir.
Sin embargo, debido a la pandemia de coronavirus, le informaron a Ashley que podrá mantener sus embriones dos años más, por lo que ella está dispuesta a pagar el procedimiento este tiempo.
“Para mí, en este momento ninguna de las opciones son aceptables y eso es con lo que estoy luchando”, aseguró.
Los embriones que no son implantados pueden ser donados para reproducción asistida o para la ciencia.
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