Cuando los padres participan en la educación de los hijos como una guía y apoyo, niños y niñas obtienen mejores calificaciones, están más motivados y los niveles de absentismo bajan, sin embargo, esto no quiere decir que los papás deben librarlos de sus obligaciones.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Oviedo, los pequeños desarrollan mejor las habilidades como lectura y escritura cuando sus progenitores muestran interés en su vida académica.
Rubén Fernández-Alonso, colaborador de la investigación, indica varios efectos positivos de la implicación familiar en los escolares:
-Los alumnos con padres participativos tienen mejor disponibilidad al estudio, motivación y mayores expectativas académicas.
-Los profesores se sienten más apoyados, hay menos problemas en las aulas de clase y estos niños son los que menos faltas presentan.
-Las familias se involucran con los centros escolares y valoran el trabajo del profesor.
La participación de los progenitores debe de darse en la escuela, pero también en casa. En el primero de los casos, los papás deben estar dispuestos a asistir a reuniones, talleres y eventos escolares. También deben estar abiertos a apoyar financieramente a los centros académicos.
En el hogar, deben mostrar interés en lo que ocurre día a día en el colegio, tener pláticas motivadoras y planificar el futuro escolar con la opinión de los hijos. Además, brindar experiencias culturales como visitas a museos o la biblioteca son de gran valor.
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Influencia negativa de los padres
La implicación de los padres en la vida escolar de los hijos también tiene otra cara de la moneda, y esta es cuando los progenitores no saben respetar los límites y se vuelven controladores y muy exigentes.
De acuerdo con información de Infobae, el estudio demuestra que cuando papá y mamá controlan, supervisan en exceso, corrigen, “ayudan” o completan las tareas de los hijos, estos muestran un desempeño escolar bajo.
Fernández señala que la finalidad de las tareas en casa es que los menores pongan en práctica los conocimientos adquiridos en las clases sin supervisión de un docente, por lo que la intromisión de los padres estaría estropeando la finalidad del ejercicio.
¿Cómo ayudar a los hijos de manera correcta?
La estrategia más eficaz, según el especialista, es brindar solo las herramientas necesarias para que el pequeño pueda realizar sus deberes de manera autónoma, por ejemplo, marcar rutinas, ofrecer los recursos, ayudar con la planificación y siendo un ejemplo de responsabilidad y constancia.
Es válido participar en las tareas cuando los menores soliciten la ayuda de los padres para resolver dudas o recibir una explicación a algo que no se comprenda.
Fernández también señala que las tareas enviadas por los profesores deberían ser pocas, pero frecuentes, para evitar la saturación del estudiante.
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