Seguramente hayas oído que el kínder es el nuevo primer grado. Pero, aunque puede ser excitante aprender cosas nuevas, para algunos niños más pequeños (que comienzan el curso con 4 en lugar de con 5 años), ir a la escuela demasiado pronto podría afectar su bienestar. ¡Descubre por qué!
La presión de mantener el ritmo
Los niños que son más pequeños que sus compañeros al comenzar cada año de la escuela primaria, podrían estar en riesgo de desarrollar una peor salud mental, advierte un estudio publicado en la revista Child Care, Health and Development.
Para llegar a estas conclusiones, expertos de la Universidad de Exeter (Inglaterra), analizaron el impacto que la escolaridad tendría sobre el bienestar de 2,075 niños de entre 4 y 9 años, de 80 escuelas primarias en Devon. ¿Qué encontraron?
El estrés adicional que sufrirían los niños más pequeños de cada grado para mantener el ritmo de sus compañeros mayores, podría afectar a estudiantes vulnerables, como aquellos con dificultades de aprendizaje o que hayan nacido prematuramente, detalla un comunicado del sitio EurekAlert!
Estrés escolar, un problema para estar atentos
Como ocurre con los adultos, cuando el estrés es muy intenso o persistente, los niños pueden sufrir alteraciones en la frecuencia de su respiración o ritmo cardíaco, aumento de la presión sanguínea, tensión muscular, malestar estomacal, dolores de cabeza o hasta cambios de conducta o problemas para dormir, advierte la Academia Americana de Pediatría.
Por eso, ayudarlos a lidiar con el estrés escolar podría ser fundamental. Para lograrlo, el sitio WebMD recomienda:
• Enseñar a los niños habilidades de manejo del tiempo y de organización.
• Evaluar que no tengan demasiadas actividades extracurriculares.
• Favorecer un buen descanso y estimular la actividad física.
• Promover espacios de conexión familiar, como compartir las comidas.
• Evitar presionar a los niños para que sean exitosos.
Como ves, incluso si ir a la escuela desde una edad temprana puede implicar ciertos riesgos para la salud mental de los niños, como padres contamos con varias estrategias aliadas para ayudarlos a lidiar con el estrés. Y recuerda que, ¡acompañar a los hijos en su formación, es clave!
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