Te ha pasado cientos de veces: llegas al trabajo tarde a pesar de que te has levantado de la cama con suficiente tiempo. ¿Lo peor? ¡No tienes ni idea de cómo es que tardaste tanto! Si te cuesta mucho ser puntual, sigue estas ideas para lograrlo.
1. Conócete a ti mismo
Además de reconocer tus llegadas tarde, hazte preguntas para saber mejor en qué situación te encuentras: ¿Es que planificas más cosas de las que puedes hacer? ¿Es que te da trabajo salir de la casa?
Si, por ejemplo, cada vez que estás por salir para la oficina se te ocurre acomodar el cuarto, las próximas veces que te ocurra, deja lo que estás haciendo, aplaude un par de veces y di en voz alta: “Esto puede esperar”. Así aconsejó la experta y consultora de management, Diana DeLonzor, a la revista Time.
2. Prueba, tan solo una vez, no llegar tarde
Inténtalo para ver cómo te sientes, si estás más o menos ansioso, si te sientes orgulloso u ofuscado.
3. Reaprende a “decir” la hora
Cada día, por dos semanas, escribe cada tarea que debes realizar, y cuánto crees que te tomará. Luego, tómate el tiempo cuando te duchas, te vistes, tomas el desayuno, conduces al trabajo, y demás, y escribe cuánto tardaste realmente. Verás que los tiempos que calculaste al principio, probablemente no hayan sido muy realistas.
4. No planifiques llegar a tiempo
Las personas que llegan tarde suelen buscar arribar en el minuto justo, sin dejar lugar a imprevistos. Por ejemplo: tienes que estar en el trabajo a las 9 AM. Tú crees que el trayecto hasta allí te llevará 12 minutos, por lo que sales a las 8.48. Si pierdes una luz de tráfico, o te olvidaste el paraguas y debes volver para tomarlo, no llegarás a tiempo. En ese caso, date un margen. Planifica salir 15 minutos antes, de lo que lo harías.
5. Cuando haya que levantarse, ¡levántate!
Eso es: nada de presionar ‘snooze’. Una estrategia muy útil es colocar la alarma lejos de tu alcance, ya que salir de la cama a apagarla requiere un movimiento físico que disminuirá las posibilidades de que vuelvas a meterte entre las sábanas, aconsejó la experta en etiqueta, Diane Gottsman, a la revista Real Simple.
6. Planifica el desayuno, ¡a la noche!
Así, cuando te despiertes, tendrás todo listo: el calzado y las llaves junto a la puerta, las loncheras listas en el refrigerador, y la jarra de café preparada. El celular cargado y a la vista, y tus elementos de trabajo en tu bolso, recomienda Gottsman.
7. Acepta la espera
Eso es, cuando entres al paraíso de la puntualidad, deberás esperar a otras personas en varias oportunidades. En vez de angustiarte por eso, llévate algo para leer, llama a un amigo o checa tu agenda semanal.
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