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COVID-19 podría desatar una "epidemia de daño cerebral" según expertos

Investigadores ingleses advierten que el coronavirus podría desatar también una "epidemia de daño cerebral a gran escala", por las secuelas que deja en el cuerpo.

Conforme pasa el tiempo, los científicos han ido haciendo nuevos descubrimientos sobre los efectos secundarios que deja el coronavirus en el cuerpo humano. Y un estudio reciente demuestra que podría ocasionar una peligrosa enfermedad como una epidemia secundaria.

La investigación, encabezada por un grupo de médicos del Unversity College of London, y publicada en el journal de neurología de Oxford Academic, detalla que desde que comenzaron a aumentar los casos de COVID-19 en Inglaterra, los doctores comenzaron a detectar un incremento en los pacientes que presentaban encefalomielitis diseminada aguda (ADEM).

Esta es una extraña enfermedad autoinmune que ocasiona una inflamación en el cerebro y la médula espinal que puede incluso causar la muerte.

Según los expertos, previo a la pandemia, era muy extraño recibir este tipo de pacientes, y cuando lo hacían tardaban meses en que llegara otro. Pero ahora, han atendido aproximadamente a una persona por semana con este padecimiento.

Durante la investigación se hizo un monitoreo de 43 pacientes, con edades entre los 16 y los 85 años, que habían desarrollado síntomas neurológicos relacionados con la ADEM, y que habían tenido coronavirus, o se sospechaba que lo tuvieron.

Entre todos los participantes, 12 de ellos cumplían con todos los síntomas de la enfermedad, pero solo nueve se pudieron confirmar. Sin embargo, el resto presentó también otros problemas como delirio, alucinaciones, daño a los nervios, derrames cerebrales y accidentes cerebrovasculares.

Los médicos alertaron que ya se tiene un antecedente histórico de cómo una enfermedad viral que ataca al sistema respiratorio principalmente, puede desatar este tipo de problemas. Pues, en la década de 1920, luego de la pandemia de la gripe en 1918, se dio un brote de encefalitis letárgica, relacionada con las secuelas del virus en el cuerpo.

El National Institute of Neurological Disorders and Strokes, advierte que los principales síntomas de la encefalomielitis diseminada aguda son:

1. Fiebre.

2. Fatiga o cansancio extremo.

3. Dolor de cabeza intenso.

4. Náusea y vómito.

5. Convulsiones.

6. Dificultad para coordinar sus extremidades.

7. Pérdida de visión total o parcial en uno o ambos ojos.

8. Parálisis corporal.

9. En los peores casos estado de coma.

Por lo regular, este problema se presenta principalmente en niños y adolescentes, pero en las últimas semanas se han aumentado los casos en adultos y adultos mayores, relacionados con el COVID-19.

Esta no es la primera vez que los científicos advierten sobre los efectos a largo plazo que el COVID-19 puede dejar en los pacientes, pues también se alertó que el virus podría crear una nueva generación de jóvenes discapacitados. Pues muchas personas, incluso aquellas que no tienen síntomas, tienen daños en los pulmones, cerebro o el sistema nervioso, que los limita en sus actividades diarias.

Por ejemplo, el caso de una mujer de 33 años que después de haber sobrevivido al SARS-CoV-2, está luchando por caminar, ya que su cuerpo quedó tan debilitado que le es complicado levantarse de su cama.

Es por eso que los doctores recomiendan que, en caso de tener coronavirus, es necesario seguir monitoreando su salud por varios meses con el fin de identificar situaciones que puedan poner en riesgo la vida de las personas.

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