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Doctora embarazada arriesga su vida luchando contra el coronavirus en urgencias

Taylor Poynter es una mujer que, a pesar del peligro, está luchando valientemente contra el coronavirus en la sala de emergencias de un hospital.

Taylor Poynter es una mujer que está luchando valientemente contra el coronavirus en la sala de emergencias de un hospital. Y es que, ni siquiera su avanzado embarazo la ha disuadido de dejar a sus pacientes, pues sabe que, en medio de esta pandemia, es cuando más falta hacen los médicos.

Sin duda, el riesgo que corre esta comprometida doctora es alto, pues hace poco, por ejemplo, se dio un caso en el que, una mujer infectada con coronavirus tuvo un parto prematuro.

Pero Poynter defiende su decisión de seguir trabajando en estos momentos difíciles y asegura que no es que esté "eligiendo" poner a su bebé en peligro, sino que, simplemente, no puede darse el lujo de tomarse un tiempo libre.

La mujer, que trabaja como asistente médico en un hospital de Joliet, Illinois, se encuentra en la semana 34 de gestación, y a través de su cuenta de Instagram, ha documentado la evolución de su embarazo. 

En una de sus recientes fotos se describió como una profesional de la salud que celebra su estado "con uniforme, sudando y con una apretada mascarilla N95 cortando su rostro". 

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Se espera que el bebé nazca en junio, y será el primer hijo de la doctora al lado de su esposo, Gene. Poynter, por supuesto, está ilusionada, pero no deja de ubicarse en la realidad que está viviendo.

"Las mamás embarazadas en primera línea publican fotos para celebrar su embarazo de la única manera que podemos en este momento", escribió en su perfil social.

"No publicamos fotos de nosotros mismos para alardear de trabajar durante el embarazo. No publicamos para estar orgullosos. Publicamos para recordar nuestro embarazo, nuestra experiencia, nuestro tiempo con nuestros pequeños. Publicamos estas fotos para encontrar la risa en el caos, para celebrar en medio de la ansiedad y el miedo", agregó.

Taylor sabe que, en otras circunstancias, ella debería estar preparándose para el alumbramiento, recibiendo quizá, un masaje prenatal, o simplemente, descansando, pero por el momento, no es lo que le interesa.

"Bebé P y yo estamos aquí por ustedes, ustedes quédense en casa por nosotros", escribió en otro post, pidiéndole a la gente que sigan las recomendaciones de las autoridades de salud, para poder aplanar la curva de contagios y evitar que las clínicas y los hospitales se desborden con enfermos de COVID-19.

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Mientras que, alrededor del mundo mucha gente se ha dedicado a aplaudir el gran esfuerzo del personal médico durante este abrumador brote de coronavirus, lamentablemente, hay gente que ha criticado duramente a Poynter por su decisión de seguir trabajando en el servicio de urgencias durante su embarazo.

En respuesta a los "comentarios desagradables" que algunos le han hecho, Taylor decidió aclarar en Instagram cómo se sienten la mayoría de las mamás embarazadas en este momento.

"No queremos trabajar cerca de estos pacientes. No 'elegimos' ponernos a nosotros mismos ni a los bebés en peligro. Preferiríamos estar sentadas en casa. Queremos profundamente proteger a nuestros hijos que aún no hemos conocido. Hemos aumentado la ansiedad y el miedo, en comparación con las personas que se quedan en casa. Estamos emocionales", expresó sincera, y dijo que tampoco es que estén yendo a trabajar pensando en sí mismas como "heroínas".

Enseguida, Taylor envió un mensaje a quienes la han atacado a ella y a otras mujeres en su condición.

"Cualquier persona que haya sentido la necesidad de juzgar a las madres embarazadas que trabajan en primera línea, piense antes de hablar. Algunas de nosotros somos la principal fuente de ingresos, no podemos quedarnos en casa. A algunas mujeres se les dice que no se les permite trabajar debido al embarazo, y luego se les dice que no pueden usar su tiempo libre remunerado", explicó.

En esta complicada situación económica, para muchas de estas mujeres embarazadas, tomarse su licencia de maternidad o quedarse en casa es un lujo, según señala la propia Poynter, quien insiste en que hay muchas razones por las que ella y otras futuras madres siguen trabajando, pero ninguna de ellas lo está haciendo porque desee poner a su bebé en peligro.

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