Gary Fowler, de 56 años, murió el 7 de abril luego de que fuera rechazado de tres hospitales a pesar de mostrar síntomas de coronavirus y haber tenido contacto con alguien que luego dio positivo por COVID-19. Conoce su historia.
Todo comenzó cuando Gary comenzó a manifestar señales del virus después de haber visitado a David, su padre, a finales de marzo.
Inicialmente, la familia creyó que David tenía gripe, pero tras una prueba, dio positivo por COVID-19 y fue colocado en un respirador después de desmayarse en su baño. Lamentablemente, murió un día antes que su hijo.
Keith Gambrell, hijastro de Gary, confesó a Detroit Free Press que su padrastro desarrolló tos y fiebre en las semanas posteriores a la visita, pero fue rechazado del Hospital Beaumont en Grosse Pointe, Michigan; después del Hospital Receiving y del Hospital Henry Ford, ambos en Detroit, cuando buscó realizarse la prueba al explicarles que David había sido diagnosticado con el virus.
"Tenía una fiebre de 101 grados. Tenía dificultad para respirar. Estaba mostrando todas las señales", señaló Keith.
Sin embargo, el joven platicó que el personal sanitario del Hospital Beaumont le dijo que “lo más probable es que la fiebre sea por bronquitis” y lo envió de vuelta a casa con "un pedazo de papel que decía que actuaras como si tuvieras virus".
Pero por si fuera foco, Gary recibió instrucciones similares de los trabajadores de los otros dos hospitales, según las declaraciones de Keith.
"Estaba rogando por su vida, pero nadie lo quiso ayudar, solo lo mandaban a casa", apuntó Keith a CBS This Morning.
Keith cree que este rechazo por parte del personal médico fue debido a que Gary era afroamericano.
"Honestamente, creo que fue porque mi padre era afroamericano. No se tomaron lo suficientemente en serio sus síntomas, como para hacerle una prueba", relató Keith.
Asimismo, se dio a conocer que el día que Fowler falleció, su esposa Cheryl, comenzó a tener los mismos síntomas y fue llevada al hospital donde la conectaron a un respirador y, debido al peligro que corrían los otros miembros de la familia, Gambrell llamó a su prima Karen Whitsett, miembro de la Cámara de Representantes del estado y quien visitó la Casa Blanca la semana pasada para contar su historia.
Gracias a esto, Gambrell y dos de sus hermanos recibieron la prueba que reveló que también son portadores del virus.
Tras el lamentable suceso, el Hospital Beaumont señaló en un comunicado al diario Detroit Free Press que "al tomar decisiones de atención, no discriminamos a nadie en función de su género, raza o cualquier otro factor. Lamentamos la pérdida de cualquier paciente por COVID-19 o cualquier otra enfermedad".
Por su lado, el Hospital Henry Ford explicó que algunos pacientes califican para ser admitidos, mientras que los que no tienen síntomas tan severos, no.
"Las personas con síntomas leves o moderados que no cumplen con los criterios de admisión en el momento en que se presentan pueden ser enviadas a casa con instrucciones estrictas para regresar de inmediato si los síntomas empeoran. Nuestros pensamientos y oraciones están con los Fowlers y todas las familias afectadas por los efectos de COVID-19", declaró un vocero.
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