Para Theresa Greene la pandemia de COVID-19 le ha traído un sufrimiento inesperado: perdió a su única hija, y no porque la menor haya contraído el virus, sino por la decisión de un juez.
La doctora trabaja en el Centro Médico Regional Westside en Plantation, y hace dos años se separó del padre de su hija. Hasta hace unos días compartían una custodia de tiempo equitativo con la niña, sin embargo, cuando comenzó a trabajar con pacientes contagiados con coronavirus su expareja tomó la decisión de reclamar la custodia total de la niña para no exponerla a “una amenaza importante”.
Fue así como el juez de Miami-Dade, Bernard Shapiro, determinó que la menor debería mudarse con su padre de manera temporal, hasta que el virus se pueda controlar y no resulte un peligro, de acuerdo con información de 7NEWS Miami.
Theresa está completamente comprometida con su profesión, pero también desea poder estar con su hija y se preocupa por su bienestar y todos los cambios que la mudanza representarán para ella.
“No es justo. Es cruel tener que pedirme que elija entre mi hija y el juramento que hice como médico”, expresó la mujer al medio citado.
Al igual que Theresa, son muchos los trabajadores sanitarios que además de exponerse todos los días al virus, han tenido que sacrificar la convivencia con sus seres queridos.
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La defensa de Greene argumentó ante el juez que no es la primera ocasión en la que la doctora trata enfermedades contagiosas y peligrosas, y sin embargo su hija nunca se ha visto afectada por esto.
Theresa también ha informado que en el hospital en el que trabaja se cuenta con todos los suministros necesarios de equipo para protección personal.
Por ahora el único consuelo de esta mujer es que cuando su hija sea mayor sabrá que su mamá hizo todo lo necesario para combatir esta pandemia.
“Quiero que, cuando crezca, esté orgullosa de mí por cumplir el juramento que hice cuando entré en medicina, pero también sé que ahora me necesita”, expresó ante las cámaras de 7NEWS Miami.
La doctora y su hija únicamente pueden comunicarse por videollamadas y no se sabe cuándo podrán volver a abrazarse, ni la fecha en la que la niña regresará a su casa, ya que todavía no hay respuestas concretas sobre el final de esta emergencia sanitaria.
Por su parte, los abogados del exesposo de Theresa se mostraron agradecidos por la labor de la doctora y sus colegas: “Reconocemos y apreciamos sinceramente los sacrificios que ella y todos los trabajadores de la salud están haciendo actualmente para salvar vidas y prevenir nuevas enfermedades en Florida y en todo el mundo”.
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