Luciana Sestari tuvo una infancia feliz, pero marcada por el abandono de su madre biológica. La mujer, originaria de Brasil, fue dada en adopción cuando tan solo tenía ocho meses de edad.
La mamá de Luciana tenía graves problemas económicos y emocionales, además ya tenía otra hija mayor de la cual encargarse, por lo que el nacimiento de otra niña complicaba mucho más su situación.
Sin encontrar otra solución, la mujer decidió darles a sus vecinos, un matrimonio dueño de un restaurante y con dos hijos, a su pequeña. Luciana llegó a la familia con problemas de salud y con la cabeza invadida de piojos, pronto su madre adoptiva se encargó de sanarla y llenarla de amor.
“Mi madre de corazón, Reni, y su esposo, Jandir, me cuidaron con el mayor afecto. Se convirtieron en mi familia, junto a sus dos hijos”, relató Luciana a BBC Mundo.
Cuando cumplió nueve años su madre la buscó y le pidió perdón por haberla entregado a otra familia. Le explicó la situación en la que vivía y que lo mejor para ella era crecer con unos padres que le pudieran dar todo lo que necesitara.
En aquel encuentro pudo ver a su hermana mayor y su mamá le confesó había tenido otra hija, a la que también había dado en adopción.
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Desde entonces Luciana se preguntaba qué habría sido de su hermana, pero no pudo buscarla inmediatamente ya que era todavía una niña.
Luciana y su madre biológica se mantuvieron en contacto y reunían de vez en cuando, poco a poco su mamá le fue revelando más información sobre su hermana y le dijo en qué barrio podía estar viviendo con la familia que la había adoptado.
“Durante muchos años, desde que descubrí su existencia, busqué a mi hermana Lorena. Como no sabía su nombre y no tenía fotos, terminaba mirando a los residentes de la ciudad cuando pasaban, y me preguntaba si alguna de ellas podría ser mi hermana”, indicó a BBC Mundo.
Luciana comenzó sus prácticas de enfermería en un hospital de la región y fue así como el destino se encargó de que encontrara a su hermana menor.
Un día llegó un hombre de la tercera edad con una lesión grave en el hombro, ella se hizo cargo de atenderlo y en cuanto el paciente la miró fijamente le dijo “te pareces mucho a mi hija menor”.
Luciana siguió al cuidado del hombre durante varios días y él insistía todo el tiempo en el gran parecido que tenía con su hija.
“Le pregunté por qué insistía tanto al respecto, me explicó que su hija era del corazón, porque su madre biológica no podía criarla y le entregó a la niña. En ese momento su esposa estaba tan conmovida que decidió llevarse a la bebé”, narró Luciana al medio citado.
Cuando el hombre le reveló en qué barrio vivían Luciana de inmediato supo que se trataba de su hermana, así que le pidió que se la presentara.
“Me vi en ella cuando la miré. Tenemos características muy similares: la forma de hablar, la sonrisa y los mismos gustos. Nos abrazamos. Fue muy emocionante”, indicó.
Desde entonces tiene una relación muy estrecha con su hermana y, aunque Luciana se mantiene en contacto con su madre biológica, Lorena no ha querido reencontrarse con ella porque todavía no supera que la haya abandonado siendo una bebé.
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