Cada padre y madre tiene diferentes estrategias de crianza que ponen en práctica en función de su dinámica familiar, sin embargo, algunas de ellas podrían ser contraproducentes, hasta el grado de generar inseguridad y baja autoestima en sus hijos.
La labor de criar a un niño no es nada sencilla y la psicoterapeuta Amy Morin ha observado que surgen diversas tendencias para educar a los pequeños y guiarlos en su crecimiento, pero no todas son efectivas ni útiles en todos los casos.
La especialista, que se desempeña como instructora en la Universidad Northeastern de Illinois, explicó al sitio Make It de CNBC que existen siete errores comunes que cometen los progenitores, con los que ponen en riesgo la autoestima y confianza de sus pequeños:
1. Quitarles responsabilidades
Es común que los padres crean que la única responsabilidad de los hijos sea sacar buenas notas en la escuela, sin embargo, las responsabilidades en casa también son importantes para su formación.
Al cumplir con labores ideales para su edad, como sacar la basura o ayudar con la lavandería, obtienen una sensación de dominio y logro, algo que eleva su autoestima. Esto los hace crecer como seres capaces y autónomos.
2. Evitar que se equivoquen
No hay nada más complicado para mamá y papá que permitir que los hijos fallen y por eso muchas veces lo evitan a toda costa.
Sin embargo, dejar que caigan y se levanten por sí solos es una gran lección que les brinda la posibilidad de aprender a lidiar con la frustración, recuperarse y mejorar.
3. Protegerlos de sus emociones
Muchas veces el instinto de protección hace que los padres quieran solucionar de inmediato una situación en la que los hijos se sienten enojados, frustrados o tristes. Esto no tiene nada de malo, pero habría que cambiar la manera de hacerlo para ayudarlos a autocontrolarse.
Lo principal es ayudarles a identificar qué emoción es la que están experimentando y qué la originó, posteriormente pueden brindarle herramientas para que logren superar el momento de una manera apropiada.
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4. Tener una mentalidad de víctima
Si el padre y la madre han vivido con este tipo de mentalidad es muy probable que sea la que hereden a sus hijos, pero hay que romper la cadena de desgracia.
Esto quiere de decir que, en lugar de lamentarse por no tener dinero suficiente para comprar el juguete de moda, y hacerlo saber a su hijo en toda oportunidad, el consejo de Morin es aprovechar esta oportunidad para impulsarlo a alcanzar sus metas.
Por ejemplo, puedes animarlo a poner su propio negocio de limonadas y así juntar su propio dinero.
5. Padres sobreprotectores
Mantener a los pequeños dentro de una burbuja para así librarlos de la ansiedad que generan algunos obstáculos frena su desarrollo emocional y social.
Permíteles que experimenten, aunque dé miedo, así se estarán preparando para la vida adulta.
6. Altas expectativas
Poner grandes metas puede generar en los niños frustración, estrés y baja autoestima, además de un sentimiento de culpa al no poder cumplir con los planes de los padres.
Tampoco se trata de caer en la mediocridad, el consejo de la especialista es establecer objetivos alcanzables a corto plazo como mejorar en alguna clase, sacar buenas notas o hacer un proyecto espectacular.
7. Castigos en lugar de disciplina
Morin hace esta reflexión: “Los niños disciplinados piensan: ‘Hice una mala elección’. Los niños castigados piensan: ‘Soy una mala persona’”.
Esto quiere decir, de acuerdo con la experta, que los pequeños que reciben disciplina piensan que pueden tomar decisiones inteligentes y mejorar, mientras que los que reciben castigos crecen con la idea de que hacen las cosas mal y que ser reprendido por esto es correcto.
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