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“¡Papá, detente!”, mujer relata cómo creció aterrada por el abuso sexual

Por años guardó silencio, pero tras haberse convertido en madre alza la voz para proteger a otros pequeños del abuso sexual. Esta es su historia.

Wendy Fiallo vivió una niñez y adolescencia marcada por el abuso sexual y la manipulación, desafortunado fue en manos de su propio padre en donde conoció el dolor, el miedo y la frustración.

Luego de guardar silencio por muchos años, por temor a causar conflictos en su familia, caer en las drogas, en relaciones tóxicas y hasta haber intentado quitarse la vida, ahora que es madre está decidida a alzar la voz y hacer de su historia un ejemplo para otros pequeños que viven la pesadilla que ella vivió.

Por medio del sitio Love What Matters, la madre de dos pequeños compartió un texto en el que explicó cómo recuerda aquellos obscuros días y cómo ha conseguido salir adelante.

Estaba en sexto grado cuando comenzó el abuso. Incluso cuando empiezo a escribir esto con los dedos sobre el teclado, no puedo juntar exactamente las palabras correctas en mi mente. No recuerdo bien los plazos y no sé cómo transmitir la emoción insuperable de manera adecuada. Es casi como si mi mente estuviera bloqueada”, expresó Wendy en su texto.

La mujer indicó que los abusos eran constantes y no lograba comprender como esa persona que se comportaba amorosa y protectora podía hacerle tanto daño, se sintió culpable y enojada por haberse convertido de niña a mujer.

“No podía cuestionar o racionalizar su comportamiento extraño e incómodo hacia mí. Fue el día en el que mientras estaba sobre de mí grité: ‘¡Papá, detente!’, y se levantó de inmediato con disculpas. Pasé los siguientes cuatro años soportando sus ofensas, sus actos sugestivos, peticiones, lujuria e ira dramática. Juré guardar el secreto”.

La doble personalidad de su padre y la naturalidad con la que actuaba luego de cada ataque sexual la confundieron aún más, Wendy llegó a odiar su cuerpo y se cuestionaba si estaba exagerando, ya que nunca hubo una penetración “real”:

“Fui testigo de los dos lados de su personalidad. Uno estaba lleno de amor y risas, como hombre de familia, y el otro sería animal y cruel. Me sentí como su presa… Comencé a preguntarme si era mi culpa o no y si de alguna manera le había dado la impresión equivocada. Me preguntaba si era demasiado dramática porque nunca hubo una penetración real”, explicó Wendy.

Luego de pasar toda la adolescencia soportando estos abusos, Fiallo encontró una salida equivocada, las drogas, cayó en una relación abusiva e intentó quitarse la vida.

“Intenté suicidarme para terminar el ciclo del que no creía tener el poder o el conocimiento para escapar. Puedo recordar la mezcla de silencio y zumbidos en mis oídos por las píldoras que había tomado mientras estaba sentada allí sola”, relató.

Después de recurrir a varias terapias, solo el tiempo y las experiencias han conseguido que Wendy pueda lidiar con la ansiedad, la depresión y los temores que los abusos sexuales de su infancia y adolescencia le dejaron. Antes de que su padre falleciera ella lo perdonó y se liberó del dolor.

Wendy es ahora una madre de dos pequeños, está felizmente casada y se desempeña como maquillista profesional, además se dedica a dar pláticas a menores sobre el abuso sexual y tiene un blog en donde comparte sus experiencias.

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