Fernando del Solar reveló que sigue luchando contra los efectos secundarios que le provocaron los tratamientos a los que se sometió cuando le fue detectado Linfoma de Hodking.
El conductor afirmó que los problemas de salud por los que atraviesa no tienen nada que ver con su anterior enfermedad, ya que se trata de un problema en el hígado que le impide procesar los nutrientes de los alimentos.
Visiblemente más delgado, el argentino explicó a “Venga la Alegría”, que tiene efectos secundarios y “nada tiene que ver con aquello, pero sí tiene que ver con metales pesados”.
"El problema es así de sencillo, si yo no estoy absorbiendo los nutrientes de los alimentos, no tengo energía", señaló.
"Al no tener energía y estar trabajando mucho estaba muy cansado. Al bajar la carga y hacerlo de forma más controlada, todo es más fácil", agregó.
Asimismo, del Solar compartió que el tratamiento que recibe para desintoxicar su hígado es un proceso largo.
"Voy bien, pero todo lleva su tiempo porque el hígado está intoxicado por tantos metales pesados que le metí. Estoy tomando mucha medicina en lo que uno va soltando y sacando toda la toxicidad", relató.
Fer destacó que "bajé un poquito de peso, pero eso me queda bien, estoy más marcado que nunca".
Al ser cuestionado sobre su carrera profesional, insistió en que por su estado de salud y recomendaciones médicas no debe someterse a largas jornadas de trabajo, pero le gustaría incorporarse a proyectos temporales.
"Que sean trabajitos cortos, que no demanden tanto tiempo y desgaste. Claro que yo le entro con todo porque me encanta hacer televisión", finalizó.
Los metales pesados se encuentran naturalmente en el medio ambiente, en ciertos alimentos, medicamentos e incluso en el agua.
Pueden entrar al cuerpo de diferente manera, pues se pueden respirar, comer o absorber a través de la piel.
Según Medline Plus, los más comunes que pueden dañar la salud son: el mercurio, el plomo, el cadmio, zinc, entre otros.
De entrar demasiado al cuerpo, pueden causar intoxicación. A su vez, puede provocar problemas graves de salud, como daños a órganos, cambios de comportamiento y dificultades con el pensamiento y la memoria.
Si bien sus síntomas dependen del tipo de metal y la cantidad de exposición, algunos de ellos incluyen:
1. Náuseas y vómitos.
2. Dolor abdominal.
3. Diarrea.
4. Hormigueo en las manos y pies.
5. Dificultad para respirar.
6. Escalofríos.
7. Debilidad.
Una prueba de sangre puede ayudar a detectar los niveles de metales potencialmente dañinos en la sangre.
Si el análisis muestra un alto nivel de un metal, se deberá evitar la exposición a él, pero si eso no lo reduce, el médico podría recomendar la terapia de quelación.
Esta terapia es un tratamiento en el que se toma una pastilla o se recibe una inyección para eliminar el exceso de metales en el organismo.
Sin embargo, si los niveles son bajos, pero los síntomas persisten, es probable que el afectado deba someterse a más pruebas.
Y es que algunos metales no permanecen en el torrente sanguíneo por mucho tiempo. No obstante, pueden alojarse más tiempo en la orina, el cabello u otros tejidos del cuerpo.
Por lo que el paciente quizá deba dar una muestra de orina o una de cabello, uña u otro tejido para su análisis.
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