En las relaciones de pareja suele suceder que las mujeres de pronto comienzan a bromear con que su pareja parece en realidad su hijo, y aunque en principio pueda resultar gracioso, al final esto puede afectar la relación, sobre todo si no se establecen ciertos límites.
Algunos hombres disfrutan comportarse como niños pequeños, sin embargo entrar en una rutina de madre e hijo puede consumir energía innecesaria de la pareja y básicamente es correr un riesgo.
El portal Mamás Latinas enumeró las conductas que las mujeres realizan cuando comienzan a sentirse las madres de su pareja y sugiere que, si las tienes, trates de dejarlas de inmediato ya que no te corresponde el rol de mamá en una relación.
Una primera señal, es protegerlo de todo, de esta forma se logra que el hombre dependa de la mujer para tomar una decisión y comenzar a sentir miedo al abandono, así, ella envía una señal a la pareja de "me necesitas".
Otro consejo es no tomar el rol de ser un recordatorio para un hombre que es olvidadizo o descuidado con sus cosas o en temas de salud, ya que aunque sea su ser amado, la mujer no está ahí para recordárselo. Si se incurre en este error, él se acostumbra a que ella esté al pendiente de sus distracciones y deja de poner atención.
Otra conducta negativa, es cuando las sugerencias se convierten en órdenes y no permiten al hombre utilizar su propio criterio. Frases como "te lo dije" o "Si las cosas no salen bien, después no vengas aquí a llorar" son peligrosas, ya que se emite la señal de que no es un adulto capaz de tomar buenas decisiones.
Tampoco es recomendable que la mujer sea excesivamente cariñosa y sobreprotectora y esto se nota cuando ellas le hablan con otro tono de voz, como si se comunicaran con un niño o un bebé.
También hay chicas que acomodan todos sus horarios en función de su pareja, le eligen la ropa y tratan de resolverles la vida económica. Todas esas acciones que giran en torno a él, no permiten que se desarrolle el trabajo en equipo, que debe permear en una pareja.
Y las cosas pueden empeorar, ya que hay mujeres que toman el papel de la mamá regañona y comienzan a hablar en un tono de enojo todo el tiempo. Ellas olvidan que están interactuando con un adulto y se toman el permiso para dar sermones y llamar la atención, un rol que no les corresponde.
Si eso evoluciona, llega otra fase, las mujeres se ponen a criticar todo, por como habla, se viste, camina, etcétera. Es cómo si quisiera educar a su amado y lo trata como lo haría alguien con un adolescente, eso afecta al hombre ya que comienza a sufrir una pérdida de seguridad y por lo tanto es peligroso, ya que podría resultar menos atractivo a la mirada de ella.
Finalmente el sitio advierte que las mujeres eviten frases como "no tienes mi permiso", porque atentan contra la libertad de su pareja y además puede fracturar completamente el amor.
Y es que, según el portal Mamás Latinas, para un hombre no resulta nada atractiva ni deseable una mujer que parece su madre y a ellas tampoco les atrae un hombre que es un niño sin criterio, así que todo puede terminar con una confusión emocional.
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