Anastacia Gencarelli estuvo a punto de perder a su bebé de dos años, después de que desarrollara "anemia de la leche".
Su hija solía beber entre cuatro y seis botellas de leche en un periodo de 24 horas.
Pero un día notó que la pequeña estaba somnolienta y sin ganas de comer, por lo que la llevó al médico, donde le dijeron que tenía una infección en el oído y en el pecho.
Los expertos le recetaron antibióticos, pero no mostró mejoría. Pasó una semana y el "instinto de madre" entró en acción y Anastacia visitó a otro doctor.
La madre de otro pequeño de seis años, le dijo a su esposo, Mario, que se dirigieran al hospital.
"Ni siquiera permanecimos en la sala de espera cinco minutos cuando una enfermera notó a Mario caminando muy impaciente con nuestra bebé", publicó en su Facebook.
"Ella vino rápido y nos dijo: 'no me importa cuánto tiempo han estado esperando, que la bebé venga conmigo'", relató.
"Antes de darme cuenta, todos estaban conectando a mi bebé a los monitores cardíacos", comentó.
Los especialistas les dijeron que Mia había perdido tres cuartos de sangre, a pesar de no haber tenido sangrado externo.
"En ese punto estábamos al borde. Volvieron con más pruebas y dijeron que era anemia de la leche", señaló.
Mia necesitaba una transfusión de sangre completa, ultrasonidos y rayos X para poder sobrevivir.
Por fortuna, lo logró, pero aún no está “fuera de peligro”. Ahora tendrá que tomar hierro y no se le permitirán más de dos botellas o porciones de ocho onzas de leche al día.
Ahora la mujer alerta a otras madres a confiar en su instinto y a conocer más sobre el peligro de la anemia por leche.
"Siempre confíen en su instinto de madre, porque si hubieran pasado unas horas más o un día más, esta publicación sería muy diferente", advirtió.
Anastacia admitió que se sentía culpable y muy arrepentida por lo que estaba pasado su bebé, por ello quería compartir su historia para advertir a otros que pueden no haber oído hablar de esta condición.
"Anoche fue la noche más aterradora de nuestra vida como padres y he decidido compartir lo que pasamos para ayudar a otras familias a no pasar por lo mismo", añadió.
"Esto es algo que sucede tan gradualmente que no sabes hasta que casi es demasiado tarde. El 90 % de las personas no sabe y algo que los doctores y enfermeras realmente han escuchado y tratado", finalizó.
Qué es la anemia de la leche
La anemia por deficiencia de hierro es la forma más común de anemia, es decir, si la dieta de un bebé no contiene suficiente hierro, puede desarrollar anemia por deficiencia de éste.
También puede ser causada si el cuerpo no absorbe el hierro de los alimentos que comemos, por ejemplo, esto puede ocurrir si alguien bebe mucha leche de vaca, ya que esto bloquea la absorción de hierro.
Algunos pequeños con anemia leve no muestran ningún síntoma, pero los más comunes incluyen piel pálida, falta de energía y falta de aliento, según Kid’s Health.
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