Lis Vega tiene impactadas a las redes sociales por su drástica transformación, y ha recibido toda clase de críticas de quienes creen que “arruinó” su rostro con el exceso de cirugías estéticas.
La modelo de 42 años inició su carrera como actriz inició su carrera en la vida pública en el 2002, participando en la revista Playboy y en reality shows. Desde sus primeras apariciones la cubana causó sensación con sus curvas, lo que le ganó muchos admiradores.
Sin embargo, durante los últimos años se ha sometido a un proceso de cambio no solo en su cuerpo, sino también en su rostro.
A través de sus redes sociales comparte sus intensas rutinas de entrenamiento que le permiten reafirmar y aumentar sus músculos, y tener un abdomen plano. Además, los complementa con el uso de fajas que le ayudan a delinear y reducir su cintura.
De igual forma, mantiene un régimen alimenticio especial para mantenerse esbelta.
Pero lo que más ha llamado la atención de sus followers son sus cirugías estéticas del rostro. De acuerdo con el sitio TVyNotas, en poco tiempo se inyectó los labios para aumentarlos, restiró la piel de su cara y cuello y se sometió a otra intervención para respingar su nariz.
Esto causó controversia en redes, donde muchos señalan que luce irreconocible, pero ella asegura que se siente muy bien con su apariencia y que no le importan las opiniones, por lo que probablemente pueda volver al quirófano en ocasiones posteriores.
“Lo hice porque me encanta tener los labios carnosos, la ciencia está avanzada y no podemos seguir viviendo en la era de piedra, hay que aprovechar todo lo que esta era nos está aportando”, dijo en entrevista a Grupo Imagen respecto a sus labios que ahora lucen muy grandes.
“Este cuerpo es terrenal y es prestado, lo que yo decida hacer con él mientras a mí me guste y me sienta bien, es una decisión personal; pero hay gente que le gusta sino no crecerían tanto mis redes sociales”, añadió.
Lo que más preocupa a sus fans no es solo su apariencia física, sino que al parecer la modelo podría estar desarrollando una adicción a las cirugías plásticas, algo que les ha sucedido a otras famosas como Carmen Campuzano o Lyn May, y en ambos casos las actrices terminaron con deformaciones en el rostro que son imposibles de reparar.
Además, otro de los efectos colaterales de esta adicción son la baja autoestima, depresión o ansiedad, ya que quieres padecen de esta enfermedad nunca se sienten satisfechas con su apariencia.
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