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Le dijeron que su hija era “quejumbrosa”, pero en realidad tenía algo mortal

Laura Farmer-Maia sospechó que algo andaba mal con su hija cuando su comportamiento cambió drásticamente y comenzó a quejarse todo el tiempo.

Laura Farmer-Maia sospechó por primera vez que algo andaba mal con su hija cuando su comportamiento cambió drásticamente y comenzó a quejarse todo el tiempo.

Laura describió que Beatriz era muy traviesa, pero cuando llegó a los dos años, de repente se volvió "quisquillosa" con su comida, y tenía fiebre todo el tiempo.

Junto a Tiago, el padre, decidió llevarla al médico, quien les dijo que creía que se trataba de un virus para el cual les dieron antibióticos, sin embargo, no hubo ninguna mejora.

"Beatriz comenzó a quejarse de que le dolían las piernas, así que la llevamos a A&E, donde hicieron algunas pruebas más y aun así dijeron que podría ser un virus", dijo a The Sun

Tiago presionó al doctor para que le hicieran más pruebas, y los análisis de sangre mostraron que algo estaba mal, por lo que Beatriz fue enviada urgentemente al hospital.

Fue allí donde los médicos confirmaron el diagnóstico: Beatriz tenía un cáncer infantil agresivo conocido como neuroblastoma.

La trágica noticia llegó después de que Tiago, se negara a abandonar el hospital después de descubrir el padecimiento por sí mismo en Google.

"Esperé durante tres horas hasta que un médico de mayor edad estuvo libre, y luego Beatriz fue examinada por diferentes especialistas que la admitieron para hacer todo tipo de pruebas y observaciones, incluidos rayos X y ultrasonidos", relató Tiago.

Los expertos descubrieron un bulto sobre su riñón y confirmaron el diagnóstico.

"Los médicos hallaron que el cáncer se había extendido por todo su cuerpo. Nos dijeron que el tratamiento duraría 18 meses, lo que fue un shock masivo para nosotros", señaló Tiago.

Beatriz fue internada directamente en el Hospital Great Ormond Street en Londres, donde llevaron a cabo más pruebas que incluyeron estudios, análisis de sangre y biopsias.

Una semana después, comenzó sus quimioterapias y se sometió a ocho rondas extenuantes durante los próximos 18 meses.

"Una semana después de que Beatriz comenzara la quimioterapia, ella mejoró enormemente, pero al principio fue difícil estar en el hospital", indicó su padre.

"Ahora, ella todavía tiene periodos de incomodidad, pero a veces está feliz de estar allí porque tiene juguetes y personas que vienen a jugar con ella", añadió.

Luego, los especialistas le hicieron un trasplante de células madre para regenerar su médula ósea destruida por las altas dosis de quimioterapias, lo que impediría que la pequeña abandonara el hospital durante ocho semanas.

Después de más exploraciones, los médicos encontraron que aún quedaban más crecimientos metastásicos en la cabeza de la niña. Esto significó que el cáncer no se había curado por completo y había recaído.

Ahora, la pequeña está recibiendo inmunoterapia y debe comenzar un ensayo médico de seis meses en el NHS de Londres.

Aunque no está claro si el ensayo funcionará, pues las tasas de recaída son altas, sus padres están decididos a hacer todo lo posible para evitar que la condición regrese.

"Tememos que el cáncer empeore cada vez más y queremos recaudar dinero para ayudarla a entrar en remisión; el resultado ideal es que el ensayo funcione y elimine la enfermedad", finalizó Laura.

A través de JustGiving, la pareja busca recaudar US$221,525 para ayudar al tratamiento de su hija.

Tras su experiencia, la pareja alerta a todos los padres a que estén atentos y revisen a sus hijos en busca de signos de la enfermedad.

Qué es el neuroblastoma

Es un cáncer que se origina a partir de células nerviosas inmaduras que se encuentran en varias áreas del cuerpo.

Según Mayo Clinic, aparece con mayor frecuencia en los menores de cinco años, pero en raras ocasiones puede aparecer en niños mayores.

Este mal puede extenderse a otros órganos como el hueso, la médula ósea, los ganglios linfáticos y la piel.

Sus síntomas varían según la parte del cuerpo afectada, pero los más comunes pueden incluir:

1. Dolor abdominal asociado con estreñimiento y dificultad para orinar.

2. Dificultad para tragar.

3. Un bulto en el cuello o abdomen.

4. Debilidad en las piernas y una marcha inestable, con entumecimiento en la parte inferior del cuerpo.

5. Fatiga, pérdida de energía, piel pálida, ausencia de apetito y pérdida de peso.

6. Movimientos bruscos de los ojos y los músculos.

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