El reciente derrame cerebral que sufrió Wanda Seux el pasado 4 de octubre, ha tenido graves consecuencias en la vida de la exbailarina.
María José Cuevas, una de sus amigas, reveló que la exvedette deberá estar conectada a dos aparatos, uno para respirar y otro para comer, por el resto de su vida para poder sobrevivir.
"Este tercer infarto sí fue fulminante; sí le afectó gran parte del cerebro", platicó Cuevas a "Ventaneando".
"El doctor dice que Wanda no se está muriendo porque sus demás órganos están bien. Su corazón está bien, su pulmón está bien; pero, aun así, está conectada por la garganta a un aparato para ayudarla a respirar; está conectada al aparato digestivo para alimentarla", explicó.
Para Cuevas la situación de su amiga ha sido muy difícil de aceptar porque "ver a una persona tan libre, tan alegre así, pues ha sido súper duro".
La cineasta relató que, aunque Seux puede mover los ojos, no tiene otro tipo de reacciones.
"Mueve los ojos, que eso me crea más angustia, porque es como que no está; parece que te está viendo, pero si te acercas no hay mirada. Si mueves los ojos puede ser como reflejos, quién sabe dónde esté la mente de Wanda", dijo.
María José confesó que nunca platicó con Seux sobre las condiciones en las que vive ahora, pero está segura que "Wanda no quiere estar así".
"Nunca hablamos de la posibilidad de que la conectaran o no. Nunca le pasó por la mente a Wanda", finalizó.
Qué es un derrame cerebral
Un derrame cerebral ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro. A los pocos minutos después que se produce, las células del cerebro comienzan a morir lo que puede causar daños a largo plazo.
Según UI Health, existen dos tipos de este:
1. Isquémico: sucede cuando un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo vital para el cerebro.
Sus causas más comunes son la acumulación gradual de colesterol en los vasos sanguíneos de la cabeza y del cuello, y coágulos de sangre en el corazón.
2. Hemorrágico: se origina cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe.
Cuando la arteria sangra dentro del cerebro, aumenta la presión dentro del cráneo, causando inflamación del tejido cerebral y daño a las células del cerebro.
Debido a que es la quinta causa principal de muerte en los Estados Unidos, es fundamental conocer sus señales para recibir una atención inmediata y precisa.
La organización antes citada menciona que sus síntomas más comunes incluyen:
1. Confusión o dificultad para la comprensión.
2. Dificultad para hablar.
3. Mareos o problemas de equilibrio o de coordinación.
4. Pérdida de consciencia.
5. Problemas con movimientos o al caminar.
6. Convulsiones.
7. Dolores de cabeza severos sin ninguna causa aparente.
8. Problemas de visión, como ceguera o pérdida de la visión en uno o ambos ojos.
9. Debilidad o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
Las náuseas repentinas, el vómito o fiebre sin motivo conocido, así como la pérdida breve de conciencia, son sus señales menos comunes.
Mantener una dieta saludable, prevenir el estrés, evitar el consumo de tabaco, realizar ejercicio frecuentemente, así como controlar los niveles de colesterol, pueden ayudar a prevenirlo.
Los tratamientos para este problema incluyen medicamentos, cirugía y rehabilitación, pero dependerá del tipo de accidente cerebrovascular que haya presentado el paciente.
La rehabilitación posterior a un derrame cerebral puede ayudar al afectado a aprender las habilidades que perdió por los daños causados, con la intención de tratar de volver a ser lo más independiente posible y tener una mejor calidad de vida.
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