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¿Cuándo deben intervenir los padres en una pelea entre niños pequeños?

Es natural que los padres quieran defender a sus hijos cuando ven que tienen problemas con otros niños, pero no siempre puede ser lo adecuado. ¿Qué se puede hacer?

Conforme los pequeños de la casa van creciendo, van adquiriendo habilidades sociales y aprenden a convivir con otros niños, pero no siempre es sencillo y pueden surgir los roces entre los menores.

Naturalmente, los padres siempre van a querer defender a sus hijos, pero dependiendo de la situación, es posible que a veces no sea lo más adecuado.

Para que los niños puedan aprender a resolver sus conflictos, sepan defenderse solos y no darles mensajes contradictorios para quedar bien con otro adulto, lo más recomendable es que los niños solucionen solos ese problema, siempre y cuando no sea una situación de riesgo, de acuerdo con el sitio Ser Padres.

Es importante que durante la etapa de los 3 o 4 años, cuando van adquiriendo herramientas sociales, se les inculquen ciertas reglas para una mejor convivencia, por ejemplo, evitar la violencia física, ser compartidos y siempre pedir permiso para tomar las cosas.

Si el conflicto entre los niños no se soluciona, se alarga o una de las partes se ve muy afectada, entonces sí pueden intervenir los padres, pero como mediadores.

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“Es un papel delicado, que no tiene nada que ver con hacer de policías, pues se trata de echar mano de toda nuestra imparcialidad para poner sobre la mesa con palabras lo que está pasando. Sin juzgar, sin manipular y sin obligar a nada a los protagonistas”, señaló la pedagoga María Indiano.

Al ayudar con palabras a la solución del conflicto, no solo se logra que los menores comprendan sus sentimientos, sino que se dan cuenta de que existen varias maneras de arreglar los problemas y ambos pueden quedar satisfechos.

Para poder educar a los hijos y que puedan resolver sus problemas con otros niños, también es importante mostrar coherencia en las enseñanzas y no darles ejemplos que los puedan confundir.

Los padres deben ser neutrales cuando adoptan el papel de mediadores, ya que de esta manera les enseñan que todos los niños son iguales y tienen los mismos derechos.

De igual manera, los adultos no deben hacer menos los sentimientos de los pequeños ni distraerlos con soluciones temporales que no resuelven el problema, ya que así los niños no sabrán cómo reaccionar cuando algo así vuelva a ocurrir.

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