Como mujeres, es normal que seamos extremadamente cuidadosas con nuestra zona íntima, pues por temor a la aparición de malos olores, podemos terminar adoptando hábitos que, aunque parezcan buenos, la realidad es que perjudican la salud.
Aquí te enlistamos seis de ellos, y que debes evitar a toda costa. Conócelos.
1 Duchas vaginales.
Muchas mujeres piensan que una limpieza con ducha interna es la mejor manera de limpiar la zona, pero se ha comprobado que solo se requiere de un jabón suave y agua para lavarla correctamente.
Según la Oficina para la Salud de la Mujer de Estados Unidos, podrían traer más problemas que beneficios, pues el cuerpo cuenta con una flora vaginal que se encarga de eliminar las bacterias que provocan una infección.
Esta práctica puede causar un crecimiento exagerado de las bacterias nocivas, como la candidiasis vaginal o vaginosis bacteriana.
Planned Parenthood describe a la vaginosis bacteriana como una infección por bacterias que ocurre cuando se pierde el equilibrio entre los diferentes tipos de bacterias saludables que están en la vagina y estas proliferan.
Mientras que Mayo Clinic indica que la candidosis vaginal es una infección por hongos vaginales que provoca irritación, flujo e intensa picazón en la vagina y la vulva, los tejidos que se encuentran en la apertura vaginal.
Por si fuera poco, si ya tienes una infección vaginal, es posible que las duchas empujen las bacterias provocando otra más arriba, en el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
La organización señala que puede los problemas para quedar embarazada o una enfermedad inflamatoria pélvica, son otras de sus complicaciones.
2 Baños de asiento.
Una investigación publicada en Journals SAGE afirma que hacer baños de asiento o lavado interno con tés u otros remedios caseros, puede alterar el pH del área vulvovaginal, puesto que la mayoría de los productos de higiene y control de olores no están diseñados para limpiar adecuadamente.
Si bien esta tendencia es ofrecida por los spas como una práctica centenaria que sirve para "destoxificar" la vagina, los expertos advierten que ésta puede ser riesgosa y afirman que no existe ninguna evidencia científica que avale dicha afirmación.
La doctora Vanessa Mackay, portavoz del Real Colegio de Ginecólogos y Obstetras, en Reino Unido, explica que es un "mito" que la vagina requiera de algún tipo de limpieza profundo o tratamiento.
"Echar vapor a la vagina puede afectar al sano equilibrio de bacterias y niveles de pH y causar irritación, inflamación e infecciones como la vaginosis bacteriana o candidosis vaginal", detalló a BBC.
3 Uso excesivo de toallas higiénicas.
Otro error común es usar protector diario para disfrazar el olor o incluso utilizar pañuelos húmedos. Esto es sumamente peligro, ya que una vagina sofocada puede incrementar las posibilidades de irritación, picazón y más problemas en tu zona V.
Además de la candidosis vaginal y de desequilibrar el pH, el uso incorrecto de las toallas sanitarias puede aumentar el riesgo de sufrir dermatitis en la zona de la vulva, debido a que la mayoría de ellas contiene fragancia.
La dermatitis se produce por el contacto de sustancias químicas en el área y, de no atenderlo, podrías ocasionar un daño cutáneo en la vulva.
4 Usar talco.
Aunque es un producto muy suave, usarlo cerca de la vulva no es una buena idea. ¿La razón? Éste se encuentra en depósitos subterráneos cercanos a los del asbesto, lo que podría originar una contaminación del área.
Recientemente, la compañía Johnson & Johnson se vio envuelta en problemas legales luego de que se presentaran más de mil demandas de mujeres que aseguraron que sus talcos fueron la causa de su cáncer de ovario o mesotelioma.
Por ello, lo mejor es mantener lejos estos productos de tu salud íntima.
5 Frotar con mucha intensidad la región íntima.
A la hora de ducharse es frecuente que algunas mujeres tallen intensamente la región íntima con el deseo de lograr una buena limpieza. Sin embargo, este acto perjudicial originará pequeñas heridas que se convierten en puertas de entrada a futuras infecciones.
6 Depilarte totalmente.
Para muchas, la eliminación total de los vellos púbicos es considerada un método de higiene. No obstante, los expertos no recomiendan su práctica, pues los vellos se encuentran ahí para proteger nuestra vagina de las bacterias y la picazón.
Además, la depilación puede afectar la mucosa de la vagina e incluso causar lesiones e infecciones urinarias, por levaduras y vaginitis.
Si notas un cambio en su olor o color, acude inmediatamente con tu médico para prevenir que se convierta en algo grave.
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