Ryan Womack quedó paralizado y mudo luego de que le extirparan una parte de su cráneo tras haber sufrido un accidente automovilístico.
Era el 6 de octubre de 2018 cuando Ryan salió del trabajo y pasó la noche con sus amigos, pero de regreso a casa, perdió el control de su auto después de tomar mal una curva bajo la lluvia.
El joven de 25 años golpeó tres carros estacionados y sufrió heridas graves que hicieron que su cerebro se hinchara rápidamente.
Para sobrevivir, necesitaba una cirugía de emergencia, por lo que la madre no dudó en aprobarla, aunque le advirtieron que su hijo no volvería ser el mismo.
“El médico nos dijo que la cirugía era su única opción, pero nos advirtió que, si se realizaba, nunca volvería a ser Ryan. Les dijimos que hicieran lo que pudieran”, señaló su madre a The Sun.
Los especialistas le hicieron una craneotomía para eliminar una gran parte frontal del cráneo para aliviar la hinchazón en su cerebro.
La intención de los expertos era colocar una placa de metal, pero el joven desarrolló una infección.
Aunque la operación le salvó la vida, lamentablemente Ryan quedó paralizado e incapaz de hablar o comer debido a su lesión cerebral.
“Nos dijeron que tenía un daño cerebral masivo, pero que no podían informarnos cuándo podría recuperarse porque el cerebro puede regenerarse y reconectarse con el tiempo”, agregó Helen.
Cuando comenzó con su recuperación, hubo días en que ni siquiera reconocía a su familia, incluida a sus hermanos menores.
Afortunadamente, Womack está recibiendo rehabilitación en un hogar de ancianos y recientemente comenzó una terapia con luz roja, una técnica que utiliza ondas rojas de bajo nivel de luz para tratar heridas persistentes.
“Creo que mostró un destello de progreso, puedo ver su respuesta en su rostro, pero llevará tiempo”, platicó su mamá.
Helen relató que durante el último año cada que hay una celebración llevan pastel y globos a la casa de Ryan para que pueda ser parte de todo, “pero es muy difícil dejarlo atrás. Me destroza. Tiene lágrimas en los ojos. Odio alejarme de él”.
Actualmente, está recaudando fondos para ayudar en los tratamientos de Ryan y que pronto regrese a su hogar.
“Sentimos que en casa, con su hermano y hermana y su perro, Ryan se recuperará lo mejor posible”, afirmó.
A través de GoFundMe, la familia espera alcanzar la meta de US$10,971 para agilizar su recuperación.
Mientras tanto, una mujer de nombre Carol Davies donó equipo médico para que el joven pueda usarlo en su vivienda.
Carol lo había comprado para cuidar a su difunto esposo Donald Berry, quien sufrió daños cerebrales por una descarga eléctrica durante su jornada laboral.
El choque cortó el oxígeno a su cerebro y lo dejó severamente grave, provocándole la muerte en 2016.
Davies escuchó la historia de Ryan y contactó a Helen para ofrecerle la cama médica y otros aparatos que el chico necesitará.
“Es maravilloso encontrar tanta amabilidad. Hemos pasado por el infierno este año pasado, pero es la generosidad de las personas como Carol lo que nos mantiene en marcha”, finalizó.
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