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5 pasos para que tus hijos sean ordenados, de acuerdo con Marie Kondo

Una de las tareas más complicadas de los padres es hacer que los hijos sean ordenados y limpios, pero con estos consejos de Marie Kondo será divertido y fácil.

Conseguir que los hijos recojan sus juguetes, pongan la ropa sucia en su lugar y mantengan un orden en su habitación puede convertirse en un dolor de cabeza para los padres y en una batalla cada que no cumplen con estas obligaciones.

Para hacer de este trabajo algo sencillo, divertido y volverlo una costumbre, Marie Kondo, la “gurú del orden”, tiene algunos consejos que, en su experiencia con la organización de espacios, pero también en sus años como madre, funcionan para hacer que los pequeños se vuelvan organizados y pulcros, de acuerdo con El Comercio.

1. Explícales qué estás haciendo.

La curiosidad será lo primero que hará que un niño se acerque a ti cuando estás ordenando. Explícale lo que estás haciendo, qué beneficios tendrá y cómo te gustaría que se viera el lugar, para que se interese.

Verás que la idea de tener un espacio lindo, ordenado y en el que se puede estar relajado lo hará sentirse atraído y se ofrecerá a ayudarte.

2. Hazlo con una sonrisa.

Aunque estés enfadado o con la energía por los suelos, no permitas que tu pequeño te vea haciendo los quehaceres de mal humor, no se te olvide que es tu reflejo.

Pon un poco de música, utiliza ropa cómoda y dale duro al desorden con una sonrisa en el rostro, así tu hijo o hija verá que no se trata de una tortura.

3. Conviértelo en un juego.

Convence a tu hijo de que se trata de una actividad divertida poniendo recompensas, creando una competencia o marcando metas a cumplir.

También puedes organizar un calendario para que sepa qué quehaceres tocan cada día y al finalizar la semana recibir un “premio”.

4. Ten un lugar específico para los juguetes.

Los juguetes regados por toda la casa son la pesadilla de cualquier padre, pero esto tiene una solución muy sencilla, compra un baúl, consigue una caja de plástico, madera o hasta cartón y ¡listo!

Haz que tu hijo los ponga dentro cada que termine de jugar y se acabó el drama.

5. No te rindas.

Habrá días en que los pequeños estén dispuestos a levantar y limpiar, pero en otros no querrán mover ni un dedo. Lo ideal es tener paciencia, y hacerles saber que deben ayudar con lo mínimo o habrá consecuencias.

Debe haber días de descanso y días en los que se intensifique la limpieza, pero siempre teniendo en mente que ese trabajo te dará una sensación de bienestar y tranquilidad.

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