Como si se tratara de una película de terror, los exesposos Kristine y Michael Barnett vivieron una pesadilla al hacer una adopción de emergencia en La Florida hace ya nueve años.
En mayo de 2010 el entonces matrimonio estaba convencido de que querían ampliar la familia y hacer una buena obra al mismo tiempo. En aquél entonces gozaban de una posición económica privilegiada, por lo que cuando se enteraron de que una niña llamada Natalia de seis años estaba en problemas y necesitaba ser adoptada urgentemente no lo dudaron ni un segundo.
“Siempre quise tener una familia más grande y tuve complicaciones muy graves en mis embarazos y no pude tener más hijos… También en ese momento tenía una vida muy privilegiada. Sentí que, si tenía la capacidad de ayudar a otra persona en el mundo, entonces quería hacerlo”, explicó Kristine a Daily Mail.
El agente de adopción dijo a la pareja que había una niña de seis años, proveniente de Ucrania, que había sido devuelta por su familia adoptiva, por lo que necesitaba urgentemente un nuevo hogar.
Natalia tenía un certificado de nacimiento ucraniano que indicaba que había nacido el 4 de septiembre de 2003. Los Barnett no hicieron preguntas sobre lo que había salido mal con la familia que dejó a la pequeña, pero estaban convencidos de que ellos podrían cuidarla.
“Natalia estaba extremadamente nerviosa. Se podía ver que iba a necesitar mucho apoyo y atención. Notamos inmediatamente en el estacionamiento que no podía caminar. No había nada en el papeleo que lo indicara”, relató Kristine.
La pareja se esforzó por que la niña se sintiera como en casa y parte de la familia. Las primeras semanas la llenaron de regalos, la llevaron a Disney World y a la playa, fue ahí donde notaron la primera señal de que algo andaba mal.
“Los muchachos se precipitaron al agua y Natalia quería ser llevada al océano. Michael y yo estábamos físicamente exhaustos, así que le pedimos que esperara unos minutos. De repente se levantó y corrió hacia el océano. Recuerdo mirar a Mike y pensar, ‘¿qué está pasando? No podía caminar hace un segundo y ahora simplemente se levantó y corrió’”, señaló la mujer.
Michael también se alarmó sobre la verdadera identidad de la supuesta niña cuando le tocó darle por primera vez un baño. Al verla desnuda descubrió que tenía su zona íntima cubierta por vello púbico, algo que no presentan niños de seis o siete años.
Poco a poco las cosas fueron empeorando en la casa de los Barnett, Natalia adoptó un comportamiento psicópata: todas las noches amenazaba a la familia con asesinarlos y enterrarlos en el patio y en varias ocasiones Kristine la descubrió poniendo productos de limpieza en su café.
Luego de estos incidentes la familia llevó a su hija con diversos psiquiatras y fue entonces cuando descubrieron que no tenía la edad que decía y que estaban tratando con una adulta.
“Natalia era una mujer. Ella tenía períodos. Ella tenía dientes adultos. Nunca creció ni una pulgada, lo que sucedería incluso con un niño con enanismo. Todos los médicos confirmaron que sufría una enfermedad psicológica grave diagnosticada solo en adultos. Estaba saltando de autos en movimiento. Estaba untando sangre en los espejos. Ella estaba haciendo cosas que nunca podrías imaginar que haga un niño pequeño”, señaló la expareja.
Durante varios años Natalia fue sometida a varias pruebas para determinar su edad, primero les dijeron que tenía más de 14, después más de 18 y finalmente en 2012 su edad fue modificada de los registros por el Tribunal Superior del Condado de Marion en Indianápolis, Indiana. Las autoridades indicaron que había nacido en 1989, por lo que hasta ese momento tenía 22.
La pareja decidió rentar un apartamento para Natalia, ayudarla con sus documentos, conseguirle un seguro médico y los medios para que terminara la secundaria. Además, se encargaron de sus gastos y se mantenían en contacto con ella.
Sin embargo, para apoyar en sus estudios a sus otros hijos tuvieron que mudarse a Canadá y entonces fueron acusados por el Sheriff del Condado de Tippecanoe de haber abandonado a un menor de edad.
La última vez que supieron sobre el paradero de Natalia fue en 2016, cuando una pareja de Circuit Court solicitaron ante un juez convertirse en guardianes de la supuesta niña, entonces los Barnett intervinieron.
El ex matrimonio presentó todas las pruebas de que Natalia era una mujer adulta y el juez confirmó la veracidad de dicha información y anuló la petición de tutela.
Hasta ahora no se sabe nada más sobre Natalia.
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