La llegada de un nuevo bebé a la familia es motivo de ilusión y gran felicidad en la mayoría de los casos. Cuando una pareja decide voluntariamente terminar con su ciclo de reproducción y ya no tener más hijos se experimentan emociones fuertes relacionadas con la añoranza de volver a vivir un embarazo y la ternura de cuidar de un recién nacido.
Es verdad que tener a un bebé de días, semanas o meses puede ser muy demandante y los padres pueden experimentar “toneladas” de estrés y pocas horas de sueño, pero más allá de esos “puntos en contra” papá y mamá siempre llevarán en sus corazones el olor de su pequeño, sus primeras sonrisas y todo lo aprendido a su lado.
Lauren Turner, colaboradora de Popsugar, indica en su texto que existe un sentimiento de pérdida cuando se decide ya no tener más hijos, esto porque hay que despedirse de la emoción de saber su sexo, imaginar cómo será y esperar con ansias el momento de su llegada.
Además, también quedarán atrás las atenciones de familiares y amigos que estarán al pendiente para conocer al nuevo integrante de la familia.
Sin duda, los que son padres sabrán que algunos de los momentos más especiales junto a los hijos son aquellos que se viven en la intimidad y el caos del hogar, cuando el bebé duerme y los progenitores no pueden dejar de observarlo, cuando el cambio de pañal se convierte en una misión imposible o aquellas noches en las que simplemente no hay descanso.
Todos esos momentos quedarán únicamente en el recuerdo, guardados como un tesoro, pero nunca más se volverán a vivir.
De acuerdo con los expertos de Etapa Infantil, estas son las emociones que puedes experimentar al tomar esta decisión:
-Alegría
Al saber que ya no tendrás que preocuparte por un nuevo embarazo y estar satisfecha con la familia que has formado es normal sentirse feliz.
-Tristeza
Esto lo sentirás al darte cuenta de que no hay marcha atrás y que aquellos hermosos momentos del embarazo y la llegada del bebé no los volverás a vivir.
-Nostalgia
Volverán a ti todos aquellos recuerdos del embarazo, cuando los hijos eran pequeños y hasta podrías tener deseos de sacar el álbum de fotos o desempolvar los videos familiares.
-Dudas
Siempre existirá la duda de cómo habrá sido tener otro hijo, a quién se habría parecido, cómo hubiera cambiado la dinámica familiar con otro integrante.
-Gratitud
Puedes sentirte agradecido por la familia que formaste, no importa si tuviste uno o muchos hijos, sobre todo si concebirlos fue todo un reto.
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