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Termina con dos bultos del tamaño de una toronja por someterse a abdominoplastia

Una mujer quería retirarse el exceso de piel que le quedó tras perder peso, pero la cirugía no salió como esperaba y terminó con dos bultos en su abdomen, conocidos como seromas.

Deb Thompson, de 47 años de edad, se sometió a una abdominoplastia en Turquía que no tuvo los resultados esperados, ya que la mujer presentó un par de bultos del tamaño de una toronja tras la operación.

La mujer pagó cerca de UD$5,000 para realizarse un aumento de pechos y que le retiraran el exceso de piel que tenía en el abdomen, luego de que perdió 20 libras en un periodo de tres meses.

Cuando Deb regresó a su casa después de la cirugía, se dio cuenta que en la parte inferior del abdomen tenía una cicatriz en forma de W, en la que sobresalían dos cúmulos de líquido, por lo que no quedó contenta con su aspecto.

El cirujano le había dicho que la hinchazón era normal y que disminuiría a lo largo de seis a 12 meses.

“Tuve que usar blusas holgadas para ocultar los bultos. Me sentía más insegura que antes de perder peso”, señaló Thompson al Daily Mail.

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Este cambio en su cuerpo le provocó serios problemas a la mujer en su salud mental y confesó que hasta pensó en suicidarse, ya que su abdomen parecía una “cama de agua”.

Cuando Deb acudió con otro doctor en Inglaterra, le dijo que lo que tenía en su vientre eran seromas, que son acumulaciones excesivas de líquido seroso en el tejido subcutáneo y que el organismo es incapaz de absorber.

Esto ocurre normalmente después de una cirugía, ya que el cuerpo produce suero en el tejido debajo de la piel cuando ha sufrido un trauma. Debido a que ha habido desprendimiento durante un traumatismo o intervención quirúrgica, la cavidad que se forma se llena del líquido seroso.

Los seromas son inofensivos y no necesitan un tratamiento especial, ya que el organismo drena el líquido de forma natural, aunque a algunas personas les puede tomar algo de tiempo.

Como Thompson no quería esperar, le pidió ayuda a una amiga enfermera para que drenara el líquido y después amenazó al doctor en Turquía con emprender acciones legales.

La mujer recibió una compensación de casi US$2,000 y utilizará ese dinero para someterse a un nuevo procedimiento correctivo en el Reino Unido.

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