La pérdida de un bebé es uno de los sucesos más dolorosos que pueden ocurrir, sin embargo, tras este duro golpe puede venir otro nacimiento, el de un bebé saludable que es conocido como “bebé arcoíris”.
Seis mujeres compartieron su testimonio de cómo encontraron fuerza después de la tragedia para poder ser madres y ahora sus hijos son grandes amigos, pero confesaron que nunca olvidarán a los angelitos que las unieron.
Amy, Charlotte, Holly, Jade, Natasha y Torz se conocieron en el grupo de apoyo Stillborn and Neonatal Death Society (SANDS), donde lograron crear un lazo especial debido a las experiencias que compartían.
Amy Chapell, de 32 años
Amy se encontraba embarazada de su cuarto hijo, Theo, cuando a las 25 semanas de embarazo el bebé fue diagnosticado con hemimegalencefalia, una rara condición en la que la mitad del cerebro es anormalmente grande y la otra mitad no se ha desarrollado.
Los médicos le advirtieron que si continuaba el embarazo, el niño sufriría un daño cerebral severo, por lo que Chapell decidió terminar la gestación.
La mujer estaba segura de que quería tener otro hijo, por lo que cuando conoció a las otras cinco mujeres se sintió muy apoyada y se enteró que todas estaban esperando un bebé al mismo tiempo.
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Charlotte Warner, de 28 años
Durante las primeras 33 semanas de embarazo, todo parecía ir bien para Charlotte, pero el corazón de su hija Annabelle se detuvo inesperadamente, por lo que tuvo un parto inducido, pero su hija no sobrevivió.
Un mes después de acudir a las juntas de SANDS, la mujer se embarazó de nuevo, su hijo Leo nació en junio de 2016. Warner reveló al Daily Mirror que tenía sentimientos encontrados de luto, culpa, esperanza y felicidad.
Torz David, de 31 años
Para Torz, su primer bebé era muy esperado, pero a las 20 semanas de gestación detectaron que uno de los riñones de su hijo Dylan era muy pequeño, mientras que el otro había crecido más de lo normal. A las 36 semanas tuvo un parto inducido, pero como los riñones del bebé no funcionaban, murió siete días después.
Su hijo Lewi nació después de que la mujer descubrió el grupo de apoyo, completamente sano.
Jade Fox, de 29 años
Theodore, el hijo de Jade, nació con ictericia, por lo que a los pocos días de nacido ingresó al hospital, donde dejó de respirar y falleció a pesar de los mejores esfuerzos de los doctores por resucitarlo.
Fox se embarazó de su hija Autumn cuando las otras mujeres del grupo ya estaban esperando a sus bebés, por lo que es la más pequeña de los bebés arcoíris.
Holly Coe, de 34 años
Cuando se acercaba la fecha del parto, la hija de Holly dejó de moverse en el vientre debido a que sufrió un derrame perinatal y falleció a los cuatro días de haber nacido.
Tres meses después de la muerte de Jasmine, la mujer se embarazó de su hijo Ashton. “No era que quisiera reemplazara Jasmine, pero necesitaba un bebé en mis brazos”, dijo al sitio británico.
Natasha Wilson, de 33 años
La mujer se encontraba esperando a su tercer bebé cuando su hija Rebecca tuvo una muerte perinatal. A los ocho meses de que la niña falleció, Natasha decidió que quería volver a embarazarse y tuvo a su hija Ella.
“Mientras nuestros seis bebés arcoíris crecen juntos, la amistad que tenemos las mamás me da un sentimiento de seguridad”, afirmó.
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