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5 cosas que nunca debes decirle a tu hijo si sufre bullying

Al hablar con un niño que es víctima de bullying hay que elegir con cuidado las frases que se usan ya que recurrir a palabras como “ignóralo” puede causar otra herida.

Cuando un hijo está siendo víctima de bullying muchos padres no saben como lidiar con la situación y en un intento por remediarlo de manera rápido y eficaz suelen cometer errores que generan más dolor e incertidumbre en los pequeños.

El acoso escolar es un tema que todos los niños deben hablar con sus padres, profesores y compañeros ya que es una constante en su día a día.

De acuerdo con el Centro Nacional de Estadísticas Educativas uno de cada cinco estudiantes es víctima de bullying. Esta situación puede tener gran impacto en la vida de los menores que se refleja tanto en su salud física como emocional.

Es común que los niños que son intimidados presenten depresión, ansiedad y baja autoestima, también problemas de salud física como dolores de cabeza, de estómago y cambios en los patrones de sueño y alimentación.

Un grupo de expertos reveló a The Huffington Post cuáles son las frases que se deben evitar al hablar con un menor que enfrenta bullying:

1. “Simplemente ignóralo”

Esta frase es muy común ya que ha existido por generaciones, sin embargo, no es la más acertada. Si bastara con “poner la otra mejilla” ante el acosador tal vez los casos de acoso escolar serían muy pocos, la realidad es que no basta con dejar pasar las cosas con la esperanza de que terminen por arte de magia.

Katie Hurley, trabajadora social clínica, explicó lo explicó así al medio citado: “Cuando los padres dicen esto, los niños se sienten ignorados y aislados. Es excepcionalmente difícil ignorar a un acosador, y decirles a los niños que lo hagan solo hace que se sientan aún más solos en el mundo”.

2. “Estás siendo dramático”

Los especialistas aseguran que esta afirmación suele dañar más a autoestima de los pequeños, sobre todo la de las niñas.

Para los menores no es fácil revelar que están siendo víctimas de acoso y al recibir esta respuesta negativa su autoestima se puede lastimar todavía más. Hurley indica que los menores, en especial las féminas, suelen sentirse débiles e incapaces de manejar la situación al escuchar esto.

3. “Resuélvelo tú solo”

Muchos progenitores buscan que sus hijos sean independientes y autosuficientes y ante un caso de bullying su consejo será que ellos mismos se hagan cargo, pero esto es un grave error.

En primer lugar, el menor que sufre bullying ha sido detectado por el acosador como “una presa fácil”, por lo que es muy complicado que solo pueda salir adelante.

Así lo explica Tony Volk, psicólogo del desarrollo y profesor de la Universidad de Brock en Ontario, Canadá: “Un niño que está siendo intimidado necesita ayuda para superar la característica central del acoso escolar: la desventaja de poder. Si hubieran podido hacerlo por su cuenta, ya lo habría hecho. ¿Crees que tu hijo quería ser víctima? ¿Que solo están siendo flojos al dejarse abusar? Necesitan ayuda para detener algo que no pueden por sí mismos”.

4. “Así son los niños de tu edad”

Esta respuesta que es similar a “los niños solo se están comportando como niños” o “las niñas a esta edad suelen ser crueles”, no les está aportando ningún bienestar o solución.

“Al minimizar, racionalizar o tratar de explicar el comportamiento del acosador, a su hijo no le llevará mucho tiempo darse cuenta de que es mejor sufrir en silencio”, explica Volk.

5. “Defiéndete”

Aunque esta palabra puede tener buenas intenciones puede ser perjudicial ya que por lo general el acosador no actúa solo, siempre tiene aliados, por lo que el menor acosado estará en desventaja.

Cuando se trata de una defensa física parece lógico que los padres pidan a sus hijos que se “defiendan”, pero los están exponiendo a sufrir un daño más grave.

¿Cómo se debe hablar con los hijos que luchan con un acosador?

Los especialistas sugieren siempre responder con palabras de aliento, apoyo y comprensión. Estas son algunas respuestas asertivas que se pueden dar:

-No es tu culpa.

-Comunícalo a alguna autoridad de la escuela.

-No estás solo.

-Platica con tus amigos al respecto.

-Eso suena mal, ¿puedes contarme más?

-¿Cómo puedo ayudarte?

-No depende de ti detenerlo.

-Cuentas conmigo.

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